Javi Casares se lamenta por el descenso. / MIGUEL GÓMEZ
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El San Fernando cava su propia fosa y baja a Tercera

Los azulinos dejan escapar ante el Puertollano una ventaja de tres goles

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El San Fernando certificó su descenso a Tercera División de la manera más cruel que el mejor guionista podría diseñar. Redondeó una primera parte en la que casi mató el partido con tres tantos, para dejarse en el descuento del primer tiempo la ventana abierta a la esperanza del Puertollano, con el 3-1. La misma por la que se metieron los de La Mancha en la segunda mitad, con otros cuatro tantos que fueron sonando como los cuatro clavos al ataúd mortuorio de los azulinos.

Antes de los diez minutos, con un gol de Puli a servicio de un certero Javi Casares, había hecho lo más difícil: salir de los puestos de descenso. Los transistores vomitaban buenas noticias en el conjunto de campos donde también se jugaba el descenso. Los de Juan Antonio pasaron de estar descendido a la permanencia, y luego a promoción a lo largo del partido. Y, además, iba ampliado su renta con un golazo de Iván Guerrero y otro de Puli.

Pero en el descuento se empezó a cavar su propia fosa. Penalti de Germán a Honorio que tira Tariq. Lo rechaza Raúl Iglesias, pero la mete dentro Rojas Olmedo. El gol hace mucho daño camino del vestuario: deja tocados a los locales y les muestra la ruta de la victoria a los visitantes.

De vuelta del receso, la transformación se había producido. El lobo se había transmutado en cordero, y el cordero, en lobo. El Puertollano fue percutiendo con goles de Tariq y Valdés en dos minutos. El empate a tres dejó catatónicos a los jugadores azulinos. Ya fue coser y cantar para los de García Tébar, que apuntillaron con el cuarto y el quinto como el que espera que caiga la fruta madura. Lo peor de todo es que la grada era consciente que la victoria isleña les hubiese salvado del descenso directo, por la derrota del Antequera y el empate del Lucena. Con lo que la decepción fue mayor: el San Fernando desciende por demérito propio. El único -y gran- atenuante de la plantilla es la situación de necesidad por el impago del club. No hay más.