Jerez

Por todos

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D icen por ahí que el fútbol es sólo un deporte, pero los aficionados sabemos perfectamente que es algo más que eso. Hay un gran porcentaje de sentimiento, inherente a la pasión por unos colores. Ves al equipo como algo tuyo y quieres que su bandera y el escudo te representen allá donde vayan. Te rebotas cuando pierde y el orgullo aflora en las victorias.

Jerez está viviendo con una alegría inusitada el más que probable ascenso del Xerez Club Deportivo a la Primera División del fútbol español. No es para menos. Varias cuestiones apuntalan la euforia que empieza a desatarse en una ciudad que poco a poco se va tiñendo de azul y blanco por muchos de sus rincones, pero que está todavía algo contenida debido a las experiencias pretéritas. Es la primera vez en sus más de sesenta años de historia que el Xerez roza así de cerca la máxima categoría, y no cabe duda de que, de conseguirse el objetivo, el ascenso marcará un antes y un después en la historia xerecista y en la trayectoria deportiva del club. Aunque no resista más que una temporada en la liga de las estrellas.

El fútbol ha dado grandes satisfacciones en los últimos meses, no sólo por el juego y las victorias del Xerez, sino también por el excepcional momento que atraviesa la selección española y aquel «¡Podemos!» con el que ganó la Eurocopa y que bien podría aplicarse en estos momentos al equipo de Esteban Vigo en la excepcional hazaña que está protagonizando. Hay mucha ilusión en la gente, hasta entre los que nos les gusta demasiado este deporte, en poder ver el año que viene en el Municipal de Chapín a equipos como el Real Madrid, el Fútbol Club Barcelona o el Atlético de Madrid, por citar a los más grandes; o a jugadores como Villa, Messi, Casillas o Kun Agüero. Y, sobre todo, el ascenso del Xerez Deportivo a Primera División puede devolver a la ciudad la alegría económica que necesita.

La gesta de Boquerón Esteban y sus chicos parece que va a llegar en el momento más oportuno, con una crisis galopante e implacable que nos lleva enfilados hacia los 30.000 parados en Jerez. Porque el fútbol, como decía al principio, es algo más que un deporte. Es también, entre otras cosas, una industria. Es un elemento generador de riqueza, dinamizador desde el punto de vista económico. A nadie debe escapársele que con el equipo de la ciudad en Primera División, el sector servicios especialmente va a notar la llegada de unos ingresos que antes no existían, y siguen sin existir todavía. Restaurantes, cafeterías, taxis, comercios, bodegas.a todos les va a venir un balón de oxígeno con la llegada del Xerez a la elite del fútbol nacional. Así que nos tendremos que felicitar todos por este éxito deportivo, económico y social que está a punto de llegarnos.

El ascenso servirá incluso para situar a Jerez en el mapa de las ciudades más atractivas del país, el mapa de las ciudades que tienen un equipo en Primera División. Así que disfrutemos del momento, sigamos soñando despiertos, llenemos Chapín en los partidos que restan y empecemos ya a saborear este pasaje verdaderamente histórico y relevante para nuestra ciudad. Según las cuentas que se están haciendo, la confirmación de lo que todos esperamos podría llegar en el partido frente al Eibar que se disputará el domingo del Rocío, precisamente. Si nos queremos agarrar también a cuestiones divinas, se le puede pedir un empujoncito a la Blanca Paloma.

Estamos ahí, señores. Estoy deseando ver ya al Minotauro con su elástica del Xerez Club Deportivo; deseando escuchar la canción que le ha compuesto al equipo un artista de nuestra tierra como David de María; ver que el estadio se queda pequeño y el xerecismo se hace grande; darle un emocionado abrazo a Juan Carlos Corchado, presidente de la Federación de Peñas y gran amigo; y guardar para siempre las portadas de los periódicos locales. Sólo queda un último esfuerzo. Veremos qué tal se le da hoy el Girona a los nuestros. El Xerez se lo merece y lo va a conseguir por su afición, por tantos que no pudieron verlo, por la ciudad, porque ya toca, por todos.