Chequia aparta su crisis política con la designación de un Ejecutivo tecnócrata

El presidente de la República Checa, el euro-escéptico Vaclav Klaus, nombró ayer un Gobierno de transición que se mantendrá en el poder hasta las elecciones generales adelantadas al mes de octubre. El país, que preside la Unión Europea este semestre, será dirigido por un nuevo Ejecutivo de tecnócratas que serán liderados por el independiente Jan Fisher, designado como primer ministro. Este nombramiento supone la salida a la crisis política iniciada a raíz de la moción de censura que provocó la dimisión del conservador Mirek Topolanek el pasado marzo.

Jan Fisher, que hasta el momento ocupaba el puesto de presidente de la Oficina de Estadística checa, aseguró que no aspira a mantenerse en el poder después de octubre y ha fijado como sus prioridades políticas completar la presidencia de la UE y preparar los presupuestos generales de 2010. La recién nombrada Administración dependerá del Partido Cívico Democrático de Topolanek y del Socialdemócrata para sacar adelante sus propuestas en el Parlamento. El solemne acto, que tuvo lugar en el Castillo de Praga, consistió en el juramento y confirmación por escrito de los cargos y en el protocolario saludo al Jefe del Estado.

«El hecho de que este Gobierno haya surgido de unas elecciones parlamentarias no le quita valor», declaró Fisher tras la celebración, en la que fueron nombrados sus 16 ministros, entre los que figuran tres mujeres; las titulares de Sanidad, Justicia y Educación.

Klaus, por su parte, constató que en sus seis años en el cargo es el quinto Gobierno que designa y señaló: «No sé si esto es un ejemplo de estabilidad».