Los viñistas del Marco miran a la Junta como último recurso ante sus problemas
Insisten en que «no vamos a poder cortar la uva este año» por culpa de los excedentes
| JEREZ Actualizado: Guardar«Ahora sólo nos queda la Junta». Ése fue el comentario generalizado ayer entre los viñistas del Marco de Jerez después de que el pasado miércoles el Ministerio de Medio Ambiente, Marino y Rural les comunicara que este año no hay fondos suficientes para aceptar su petición de destilación de crisis para las alrededor de 120.000 botas (el equivalente a la producción de la pasada campaña) que habían solicitado.
Esta negativa no sólo ha supuesto que se esfumara de golpe la última posibilidad de encontrar una solución urgente de cara a la próxima vendimia, sino que también ratifica que por el momento no hay ayudas de la UE o del Gobierno central para habilitar medidas para sacar de la crisis en la que se encuentra el sector del vino de esta Denominación de Origen.
En esta situación, a los productores de la zona (representados por Aecovi, Asevi y COAG) sólo les queda el último recurso de acudir a la Junta para que sea esta Administración la que agilice las posibles soluciones a la crisis estructural del Marco (exceso de producción y caída de ventas del vino).
Y en este capítulo no sólo se abre la posibilidad de acudir a la convocatoria de reparto de ayudas del Programa de Desarrollo Rural, como les sugirió esta misma semana a los viñistas la secretaria general del Medio Rural, Alicia Villauriz, sino que también está pendiente la decisión definitiva respecto a la obligatoriedad de que todos los productos complementarios (mosto concentrado rectificado, etc.) que se utilizan para la producción de los caldos de la Denominación tengan su origen en la materia prima de la zona.
Así, hay que recordar que los viticultores y las bodegas (representados por la patronal Fedejerez) están inmersos en una ardua negociación en torno a la posibilidad de que las casas elaboradoras no adquieran en Castilla-La Mancha todos los productos que necesitan y que «podrían cultivarse a los mismos precios competitivos, y con más calidad, en el Marco de Jerez».
Sin embargo, los recientes contactos entre los productores y las bodegas no hacen pensar que esta solución esté cerca, ya que las posturas aún divergen demasiado. Eso sí, tampoco se puede pasar por alto que el anterior responsable de la Consejería de Agricultura, Martín Soler, y su equipo habían esbozado la posibilidad de legislar sobre esta cuestión, un compromiso al que se agarran los viñistas que insisten en que «hay que incluir en el Reglamento de la Denominación». Para tantear todas las posibilidades y retomar este debate, los viñistas ya han solicitado de forma urgente una reunión con la nueva titular de Agricultura, Clara Aguilera.
Pero todo esto sólo servirá para poner remedio al problema de base. Y mientras no hay demasiadas perspectivas de solución para la crisis coyuntural, para las miles y miles de botas de mosto almacenadas sin vender en las cooperativas y que son un problema de cara a la vendimia de este año. Los viñistas no quieren ser agoreros, pero apuntan con contundencia que «no vamos a poder cortar ni un racimo de uva».
Por todos estos motivos, los viñistas empezarán estos días a movilizarse en la campaña por la defensa del viñedo y a enviar las mociones de apoyo a los ayuntamientos del Marco y a la Diputación.