El Gobierno busca ampliar apoyos con nuevos traspasos de competencias a Cataluña

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido a los ministros que cierren o dejen encauzadas las principales demandas de la Generalitat catalana antes de las elecciones europeas de junio.

Persigue un doble objetivo: recuperar la confianza del electorado catalán, que en pasados comicios fue un factor clave en las victorias del PSOE, y allanar el camino en la búsqueda de la deseada estabilidad parlamentaria del Ejecutivo, con los ojos puestos en los cinco diputados de ERC e IU-ICV y en mejorar las relaciones con CiU.

El Ejecutivo dio ayer un paso fundamental en su estrategia. El ministro de Infraestructuras y número dos del PSOE, José Blanco, cerró en Barcelona un acuerdo con el presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla, para que Cataluña asuma, a partir del 1 de enero de 2010, las competencias en gestión y supervisión del transporte ferroviario de cercanías. El Gobierno, además, se compromete a mantener una inversión estatal de 4.000 millones de euros hasta 2015 para ampliar las estaciones, los intercambiadores, los aparcamientos y para modernizar andenes y vías.

El acto sirvió para presentar una imagen de mejora de las hasta hoy tensas relaciones entre ambos ejecutivos y para que el ministro anunciase que la nueva terminal del aeropuerto del Prat funcionará a pleno rendimiento este verano -antes de lo previsto- y que para final de año se adjudicarán las obras para ampliar el metro de Barcelona hasta el aeropuerto.