La profecía de Pep Guardiola

El templo de Andrés Iniesta en Fuentealbilla atesora una fotografía que se ha cargado de simbolismo años después en la que un joven Pep Guardiola, entonces cerebro del Barça en el centro del campo, hace entrega de un trofeo al pequeño jugador manchego tras la disputa de un torneo. El actual técnico del Barcelona había ido a verle porque le habían hablado maravillas de aquel chaval y quería confirmarlo por sí mismo. Se quedó prendido con su verticalidad y, sobre todo, con su espectacular visión de juego. Así que cuando le dio la Copa a ese niño, se le acercó y le susurró: «Algún día te veré desde las gradas del Nou Camp». La profecía de Guardiola se cumplió e incluso superó los mejores presagios, ya que Iniesta se ha convertido en una de las piedras angulares del equipo blaugrana y también de la selección, con la que se ha proclamado campeón de Europa.

Su abuelo, quien descubrió su afición al fútbol de tanto ver a su nieto por televisión, disfruta con sus jugadas, pero también sufre cuando algún contrario le hace una entrada dura o la salva en el último momento. Frenarle resulta casi imposible, sobre todo cuando se alía con Xavi y Messi y el fútbol se convierte entonces en dibujos animados o en un videojuego a cámara rápida.

-¿Pero usted ve los partidos o sólo a su nieto?

-Hombre... Sobre todo a mi nieto.