Sociedad

Hallan la 'llave genética' de la metástasis del cáncer de mama

El científico español Joan Massagué identifica tres genes que facilitan la filtración del tumor hasta el cerebro

| MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El investigador español Joan Massagué sigue tirando del hilo de la enredada madeja de la metástasis del cáncer. Ese complejo mecanismo por el cual una célula cancerosa decide escapar de un tumor e invadir un órgano sano. Su último hallazgo se publica hoy en la revista 'Nature' y explica cómo el cáncer de mama puede alcanzar el cerebro. La investigación abre la vía al desarrollo de nuevos fármacos para impedir que el cáncer de mama se extienda.

El equipo de Massagué del centro oncológico Memorial Sloan-Kettering de Nueva York (EE UU) ha encontrado una «llave genética» que permite a las células tumorales burlar la protección del cerebro. La llave la posee un gen (ST6GALNAC5) que es quien permite a las células cancerosas de la mama atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro.

Esta protección natural, entre los vasos sanguíneos y el encéfalo, permite el paso de nutrientes y oxígeno al cerebro, pero impide que muchas sustancias tóxicas lleguen al cerebro, salvo cuando interfiere el nuevo gen identificado.

En su trabajo, los investigadores cuentan cómo el gen modifica la superficie de las células tumorales para que puedan fijarse durante más tiempo a los vasos sanguíneos, atravesar la barrera natural y colarse en el cerebro.

Nuevos fármacos

Con esa llave genética, las células cancerosas se abren paso hacia el cerebro, pero antes otros dos genes (COX2 y HB-EFG) facilitan la salida del tumor de la mama.

Esos dos genes, ya conocidos, son los que logran que las células malignas decidan emigrar y lanzarse a la invasión de nuevos tejidos. Después, un tercero remata el viaje hacia el cerebro y facilita su llegada.

Conocer esta ruta de la metástasis es importante porque cuanto más se sepa de este mecanismo más posibilidades habrá de reducir la mortalidad por cáncer.

Además, de este último hallazgo podrían salir medicamentos que impidan a alguno de los genes realizar su trabajo. Se tendría así una nueva arma para reducir las metástasis del cáncer de mama, un problema que aumenta a medida que las pacientes se vuelven resistentes a los tratamientos.