El juez del 'caso Gürtel' imputa a uno de los delfines de Esperanza Aguirre

El instructor del caso Gürtel, Antonio Pedreira, imputó ayer al diputado de la Asamblea de Madrid Alberto López Viejo por su participación en la trama de favores y corruptelas tejida por el empresario Francisco Correa. López Viejo se convierte así en el primer ex miembro del Gobierno de Esperanza Aguirre formalmente acusado de asociación ilícita, cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, fraude fiscal y falsedad. El juez Baltasar Garzón aseguró que entre noviembre de 2004 y febrero de 2007 el aforado recibió varios sobres con 563.000 euros como pago de sus favores a Correa.

El juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid citó para hoy a López Viejo, quien hasta el pasado 9 de febrero, cuando su nombre apareció vinculado a la 'trama Gürtel', era el consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid. El todavía parlamentario era hasta hace sólo tres meses uno de los hombres más cercanos a Esperanza Aguirre, quien en mayo de 2004 le había confiado la Viceconsejería de Presidencia, cargo que, según Garzón, aprovechó para sus enjuagues con Correa.

Alberto López Viejo, a quien Aguirre también nombró responsable de Organización del partido en Madrid y le encomendó la presidencia de la Comisión de Empleo de la Asamblea, es una de las piezas claves de la corrupción en la región. De acuerdo con las investigaciones de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Central (UDEF), el parlamentario usó su «posición oficial en la comunidad» para favorecer a las empresas de Correa en todo tipo de concursos públicos, especialmente a las firmas Servimadrid Integral y Easy Concept. Su especialidad era la adjudicación directa de contratos al entramado corrupto, siempre por valor inferior a 12.000 euros para evitar que la oferta saliera a concurso público.

Los libros de la contabilidad B de la trama encontrados revelaron que personas de confianza de Correa (como su mano derecha Pablo Crespo o la empresaria Isabel Jordán) le entregaron en mano, al menos siete veces, sobres con cantidades que oscilaban entre 6.000 y 100.000 euros. En esos apuntes, el ex consejero de Aguirre aparece por sus iniciales (ALV) o por el acrónimo 'pcsallovi' (Paco Correa Sánchez /Alberto López Viejo).

«Un kilo.»

Baltasar Garzón sostiene que, cuando estaba en Presidencia o en la Consejería de Deportes, López Viejo era «la persona que señalaba cómo realizar los eventos» y que nunca comentaba a sus colaboradores temas de «facturación o contratación». Simplemente «daba las órdenes de cómo tenía que ser el evento y los demás le seguían». Nadie preguntaba por qué una vez más la beneficiaria del contrato era una empresa de Correa. Las grabaciones policiales al empresario corrupto dieron la respuesta: «se lleva una parte de cada acto que se hace. Aquí un kilo, aquí medio...», afirmaba Correa.

López Viejo se convirtió ayer en el tercer aforado madrileño en ser imputado, después de que Pedreira acusara a los también parlamentarios del PP Alfonso Bosch Tejedor y Benjamín Martín Vasco, después de que se negaran a declarar. Ambos, como López Viejo, fueron suspendidos el martes de militancia en el PP, después de que el TSJM impusiera una fianza a Martín Vasco de 955.000 euros para hacer frente a las posibles responsabilidades civiles que se deriven del caso.

Junto a Alberto López Viejo, están llamados a declarar Antoine Sánchez, primo de Correa, y en la cárcel desde el 12 de febrero, y el empresario Plácido Ramón Vázquez Diéguez.