Estalla una bomba de ETA en un repetidor de telefonía en Cantabria

Una bomba de ETA de escasa potencia estalló ayer por la mañana en las inmediaciones de un repetidor de telefonía móvil situado en el Alto de La Granja, en la localidad cántabra de Guriezo, cercana a Castro Urdiales. El artefacto no causó daños personales, aunque sí destruyó parte de las instalaciones. El explosivo estalló sobre las 7.00 horas. Sin embargo, nadie se percató de la explosión porque la zona está deshabitada y no falló la señal telefónica, ya que otras antenas de la zona dieron servicio a los abonados.

El ataque no trascendió hasta las 13.10 horas, cuando un vecino que paseaba por el monte vio un cartel con la leyenda «Peligro, bomba ETA», habitual en este tipo de atentados, y avisó a las fuerzas de seguridad. Fue entonces cuando los especialistas del Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil comprobaron que la bomba había estallado y dañado la base del repetidor y un muro cercano, además de provocar un socavón. Tras conocerse esta primera explosión el Servicio de Emergencias 112 recibió una llamada que alertaba de la colocación de otro artefacto en el repetidor del Monte Cueto de Castro Urdiales. Los efectivos policiales cercaron la zona e incluso desalojaron el colegio Menéndez Pelayo, pero finalmente no encontraron esa segunda bomba.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó que el ataque es un simple «coletazo» de una banda que se halla en situación «terminal».