La insolvencia de familias y empresas bate records al crecer un 266,6%

La recesión económica ha elevado las insolvencias de familias y empresas hasta niveles sin precedentes. En el primer trimestre de 2009, el número de deudores sometidos a concurso de acreedores -la antigua suspensión de pagos- alcanzó la cifra récord de 1.558 casos, lo que representa un incremento del 266,6% con respecto al mismo período de 2008, cuando hubo 425. El alza con respecto al trimestre anterior, el cuarto del año pasado, es del 44%, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

Las empresas son quienes se llevaron la peor parte. De los 1.558 morosos concursados en enero-marzo, 1.358 entran en esa categoría, un 278,3% más interanual y un 41,5% más con respecto a octubre-diciembre. Entre ellas hay 981 sociedades limitadas, 297 sociedades anónimas, 60 personas físicas con actividad empresarial y otras 20 que no encajan en ninguna de esas tipologías. El 62,2% de esos negocios están en el tramo más bajo de volumen económico, menos de dos millones de euros.

Es significativo que la mayoría de empresas que suspendieron pagos, el 35%, se dedican a la construcción y promoción inmobiliaria; el 23,9%, a la industria y energía, y el 17,8%, al comercio. En cuanto al número de empleados, el 39,1% de esos negocios se concentran en el tramo de entre 10 y 49 asalariados.

También se disparó el número de ciudadanos particulares, es decir, personas físicas sin actividad empresarial, que se declararon insolventes. Fueron 200 casos, un 203% más interanual y un 63,9% más que en octubre-diciembre. Se trata en todos los supuestos de personas que no pueden hacer frente a sus deudas y recurren al concurso en busca de una salida para evitar pagos y eludir embargos. El procedimiento para los particulares, no obstante, es muy caro, y los objetivos no siempre se consiguen.