Los niveles de desempleo en España moderan su ritmo de subida

La lista de parados desde octubre de 2008 se ha incrementado a un ritmo superior a 100.000 desempleados al mes. Por esto, que en abril (en relación con marzo) sólo haya subido en 39.478 personas permite un leve respiro, aunque se trate del peor abril de la historia a nivel nacional. Es decir, cuando la situación es muy grave, lo menos malo se valora positivamente, pese a batir el récord de desocupados inscritos en los Servicios Públicos de Empleo (antiguo INEM) con 3.644.880 parados. Todavía faltan muchos meses para que el desempleo comience a reducirse. Primero tendrá que recuperarse la economía y crecer como mínimo un 2,5%. Algo similar ocurrió con la afiliación a la Seguridad Social. El 31 de marzo había 17.967.287 inscripciones, total que el pasado día 30 bajó a 17.955.064. La caída mensual se quedó pues en 12.223, el menor descenso desde que en junio de 2008 comenzó la estrepitosa destrucción de empleo. A pesar de la desaceleración de abril, las comparaciones interanuales demuestran una vez más la gravedad de la recesión. En los últimos 12 meses, el desempleo ha crecido en 1.306.363 personas y la afiliación a la Seguridad Social ha caído en 1.296.390 asociados. , totales que, todo indica, seguirán su ascenso porque nadie da por hecho que el deterioro del mercado laboral haya tocado fondo.

Semana Santa

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, apuntó que Semana Santa, celebrada a primeros de abril, lejos de tener efectos positivos ha sido perjudicial. Argumentó que aunque sirve para crear empleo en el sector servicios lo destruye en el resto, sobre todo en la construcción y en la industria metalúrgica. Lo cierto es que el paro se mantuvo al alza en todas las áreas productivas, si bien donde menos subió porcentualmente, con un 0,5%, fue precisamente en servicios. El aumento en la construcción parece haberse frenado. El incremento se quedó en el 0,7%. Sin embargo, ahora se distribuye con más intensidad en la industria, donde llegó al 1,8% y en la agricultura, al 1,7%. El colectivo más perjudicado, con una subida del 5,3% (11.961 personas), fue el denominado «sin empleo anterior». En cifras absolutas y dadas las características del tejido español, los servicios con 11.904 nuevos desocupados fueron los que más engrosaron la lista, seguidos de la industria con 8.777, de la construcción con 5.179 y de la agricultura con 1.657.

Por sexos, el paro siguió su ascenso entre hombres y mujeres, aunque fue más grave entre los primeros. En concreto, los varones sin trabajo aumentaron un 1,2% y en 22.650 personas mientras que sus compañeras lo hicieron en un 0,9% y en 16.822 personas. Y, en el análisis por edades apareció una de las pocas alegrías de la jornada, consistente en que el desempleo entre los menores de 25 años bajó un 0,4% y en 2.009 personas. La catástrofe se registró entre los mayores de esa edad, que experimentaron un 1.3% más de paro y 41.487 trabajadores más sin empleo.

Sin cobertura

La recesión económica también se dejó sentir en la población inmigrante, pese a ser el grupo que junto con el de las mujeres presenta mayor adaptabilidad a las ofertas laborales. En total, los extranjeros en paro sumaban al finalizar abril 500.017 personas tras subir el doble en el último año. Así las cosas, el coste del desempleo continuó su crecimiento. La última nómina conocida (marzo) reflejó una subida interanual del 74% al llegar a los 2.596,19 millones de euros. El número de beneficiarios aumentó en menor medida, un 61,4%, pero igualmente lo hizo de manera significativa. A 31 de marzo, el total de parados con protección era de 2.572.178 o, lo que es lo mismo, en relación con el total de ese mes había 1.009.205 desocupados sin cobertura.