Por la libertad de expresión
Actualizado:Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidad que establezcan las leyes».
Se trata del texto del Artículo 371 de la Constitución de Cádiz de 1812. Casi doscientos años después nuestra ciudad ha celebrado el I Festival Internacional por la Libertad de Expresión, y hay que agradecer a todos los organizadores, especialmente a la Asociación de la Prensa pero también al Consorcio del Bicentenario, al Ayuntamiento gaditano y a la Fundación Autor de la SGAE así como a todos los patrocinadores, el esfuerzo y, sobre todo, el espíritu de colaboración para que Cádiz vuelva a proclamar uno de los derechos fundamentales que cualquier ser humano debería poder ejercer en cualquier parte del planeta. Porque en este mundo global, en el que no existen las distancias y en el que todos estamos interconectados de una u otra manera, aún hoy son millones las personas que ven secuestrada su voz, cuando no ven peligrar sus vidas por el simple hecho de expresar sus ideas.
Este Primer Festival Internacional, que esperemos tenga su continuidad en años sucesivos, se ha llevado a cabo alrededor del 3 de mayo, fecha que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, en 1993, como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, para así poner de manifiesto las agresiones que sufren los medios de comunicación y analizar la situación de la libertad de expresión en cada región del mundo. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, recordaba que a finales del 2008 había 125 periodistas encarcelados en el mundo, mientras que el Comité de Protección de Periodistas ha denunciado la muerte de 11 profesionales en lo que llevamos de año y Freedom House incrementa la lista de suspensos entre los países que vulneran el derecho a la libertad de prensa. Mientras que en Cádiz el pasado fin de semana se cantaba a la Libertad de Expresión, en Somalia donde no hace mucho secuestraron al fotógrafo español José Cendón, la organización de Mujeres Periodistas en Acción se reunía bajo amenazas y coacciones.
En muchas ocasiones la vulneración de este derecho no se limita al ámbito periodístico. Ni siquiera, la mayoría de las veces, se pone en juego la vida o la libertad física de la persona que expresa sus ideas. Se atenta contra la libertad de expresión siempre que directa, o indirectamente, se presiona, se coacciona o se intenta bajo cualquier forma callar al que piensa diferente. En el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se puede leer: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión». La defensa de este principio, sin más límite que el no quebrantamiento de otros derechos fundamentales, nos afecta a todos porque su cumplimiento va unido al ejercicio de nuestra propia dignidad humana.