Buena faena de Juan José Padilla
Actualizado: GuardarL a corrida de Miura fue de nobleza. Menos el sexto, que, lesionado en un tendón al ser fijado, fue devuelto. Llevaba encima dos puyazos en regla. Saltó un espontáneo y le pegó cuatro muletazos por alto. El cuarto fue el único problemático porque punteaba y se metía en el momento de embrocarse por las dos manos. El Fundi le pegó medio centenar de muletazos, y, en cata sabrosa de la última nobleza, llegó a desplantarse. Y dos veces: la primera, en señal de poder, y la segunda, rodilla en flexión, en prueba de autoridad y para rematar dos pases de pitón a pitón.
La de Miura fue la única corrida donde no saltó ni un toro que escarbara ni se rajara. En el caballo, de salida y en la muleta. Tanto haber y tanta suma tuvo, sin embargo, un lastre: la justeza de fuerzas. Por eso claudicaron los cuatro primeros: los dos jugados por delante, imponentes buques cárdenos, tuvieron son del bueno. El tercero dio el mínimo en fuerzas. Hubo un toro de gran categoría, el quinto, negro burraco, 586 kilos. Salió galopando. Platero se encontró con su horma: Juan José Padilla. Un Padilla espléndido.
Una, dos, tres, cuatro largas cambiadas de rodillas, en tablas y en el tercio y cuatro verónicas mandonas y encajadas. Y antes de soltar Padilla el toro, una larga por delante recogida de repente en la cintura. Una maravilla de lance campero. Fijo en el caballo, el toro no terminó de romper en banderillas. Padilla le dio todas las ventajas posibles y, en un tercer par de dentro afuera, cuadró en el balcón, sacó los brazos, clavó arriba y se hizo admirar. Estalló la cosa luego. Boyantes las embestidas. Padilla se acopló con gusto. Perdiendo pasos cuando convino, pero dibujando por abajo con desmayo. Muy caros unos cuantos muletazos de descaro. Sitio al toro, de mucha fuerza la resolución de la faena. Soberbios los remates de pecho. Una estocada por depegó, eso sí, una vuelta al ruedo de las de calor de masas. Un gallo de pelea le tiraron.
Lujos cambiados
No fue sorpresa ver a El Fundi torear con tanto temple al primer miura. Toreo de brazos y gran asiento. Pareció que era el toro el que se acoplaba a El Fundi y no al revés. Casi entera en los medios y en un palmo de terreno la faena entera. Una estocada metiendo el brazo no se sabe cómo y dos descabellos. La ovación que recogió El Fundi en el tercio fue de las más sonoras de la feria.
De buen tranco, el segundo fue el de mejor nota en el caballo. Pero le faltó fuelle para poder con el caballo y lo demás. Padilla le puso tres pares. Una mano lesionada. Padilla le dio trato cuidadoso, pero se fue al suelo el toro. Casi lo mismo ocurrió con el tercero, que se acostó de flojo. De abajo arriba lo pasó Valverde para sostenerlo. Sin la menor violencia. No hubo vibración. Sí cuando saludó con largas cambiadas al toro que se devolvió. Un ofensivo sobrero de El Serrano, acochinado, no hizo más que defenderse sin pasar. Le pegó a Valverde un terrible palotazo en el pecho, se negó a pasar. Abrevió el torero salmantino. No funcionó la espada.
Cinco toros de
Miura
y un sobrero de
El Serrano
, que hizo sexto. La miurada, muy bien rematada y cumplió en el caballo con estilo bravo. Dio gran juego el quinto, muy ovacionado. Se empleó bien el primero. El sobrero dese defendió.
El Fundi
, de nazareno y oro, saludos y saludos tras un aviso.
Juan José Padilla
, de carmesí y oro, saludos y una oreja.
Javier Valverde
, de lila y oro, silencio en los dos.