Abriendo puertas
Un grupo de jóvenes con discapacidad física pretende abrir las puertas de la discapacidad como una realidad social que debe salir a la luz
Actualizado: GuardarFemi, David, Miloud, Rubén, Nino, Antonio, Ángel y Sole han decidido entrar en acción. Estos ocho jóvenes, que hoy en día son compañeros en el Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física y Sensorial -CRMF- de San Fernando, uno de los seis centros de ámbito nacional que el Imserso tiene para la integración sociolaboral de personas con discapacidad, están dispuestos a contarlo todo sobre ellos, sobre su vida, su día a día, sobre lo que reivindican, sobre lo que sueñan, y sobre lo que agradecen. Y sobre lo que haga falta. Porque este grupo de jóvenes, provenientes de distintos puntos de Andalucía e, incluso, de Galicia, quieren que la discapacidad no sea un tema de segunda categoría dentro de la actualidad diaria, que es, en definitiva, la que crea la realidad social. Por ello, y con sus testimonios por bandera, se han marcado un objetivo ambicioso que afrontan con grandes dosis de ilusión, optimismo, capacidad de observación, análisis y reflexión: «Estamos convencidos de que, a partir de nuestra experiencia, podemos trasladar a la sociedad gaditana la idea de que las personas con discapacidad física no queremos estar marginados, queremos formar parte activa de la sociedad. Lo único que necesitamos es cierta adaptación», explican. Con este objetivo, y motivados el interés que les despierta el mundo de la comunicación, estos jóvenes residentes del CRMF se han unido en el que han denominado Grupo de Prensa del centro que, desde hoy, va a contar con un espacio propio en LA VOZ, que apuesta decididamente por dar voz a estos emprendedores sociales con una sección fija que se publicará de manera mensual. El Grupo de Prensa del CRMF, que también colaborará con Punto Radio Cádiz y con lavozdigital a través de su propio blog, pretende abordar temas de toda índole relacionados con la discapacidad física, muchos de ellos afectan o implican directamente a la ciudadanía en general, y otros se refieren a historias de vida y de superación llenas de optimismo. Y es que hay que destacar que los integrantes de este grupo son jóvenes que, por distintas causas (enfermedades, accidentes de tráfico o sucesos desafortunados), vieron como de un día para otro perdían movilidad, sensibilidad, reflejos. Y casi pierden la vida. Para aprender a vivir con su nueva realidad y para reintegrarse sociolaboralmente se encuentran en el CRMF, donde un equipo multidisciplinar ha diseñado un programa individual de recuperación para cada uno de ellos, en el que se incluye formación, rehabilitación, integración laboral y atención psicosocial, además del asesoramiento en accesibilidad y productos de apoyo.
Aunque como todos, también tienen sus momentos de flaqueza, en los que el mundo les parece un mundo, están entusiasmados con la posibilidad de contar quiénes son y exclamar ¡Estamos aquí!: «Somos válidos, la vida nos ha dado otra oportunidad y queremos aprovecharla al máximo. Normalicemos la discapacidad física». Toda una declaración de intenciones.