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El jugador azulino en la celebración del gol que sirvió al equipo para volver a sumar tres nuevos puntos. / JUAN CARLOS CORCHADO
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Nadie frena la máquina azulina

El Xerez vence al Elche en un partido táctico y muy trabajado Los xerecistas terminan la jornada a ocho puntos del cuarto clasificado

BORJA FERNÁNDEZ
| ENVIADO ESPECIAL. ELCHEActualizado:

Jornada bonita la vivida ayer en Elche. La ciudad de las palmeras amaneció con colorido azulino, el de los casi quinientos aficionados xerecistas que invadieron con alegría la ciudad. Clima cálido y suave brisa, el Xerez parecía traerse el buen tiempo del sur a la ciudad alicantina en un fin de semana espléndido, en cuanto a los resultados del resto de perseguidores, y por los tres puntos de una victoria muy importante para el objetivo final.

Moreno no pasó la prueba del sábado y Esteban estimó oportuno dejar al experimentado centrocampista azulino en la grada haciendo compañía a un Toni que tuvo que viajar en coche hasta Elche al estar Porato con molestias en un tobillo. Al final, los dos jugadores hicieron los más de 600 kilómetros en balde y aguantaron estoicamente como dos aficionados más. Por lo demás, el míster azulino siguió apostando por el trivote, aunque en esta ocasión la novedad fue Bergantiños, que regresaba al once tras cumplir sanción, lo mismo que Aythami, que dejó a Álvaro Silva en el banco.

Claudio dejó las cartas muy claras, con Acciari y Usero en la medular dejando sus credenciales desde el primer minuto, sobre todo en la cara de Abel Gómez. Dureza para frenar al trivote y velocidad, la de Saúl y Fuster, para sorprender a la zaga azulina. La cautela predominó en los primeros compases del partido. Uno, porque el empate le bastaba para mantener la ventaja con sus perseguidores, el otro, porque sacar un punto ante el líder era dar un paso más hacia la permanencia. Por una cosa o por otro, lo cierto es que los acercamientos al área brillaban por su ausencia. Sólo el uy que provocó un rechazo mal aprovechado por Santos ante Chema y una oportunidad clara de Carlos Calvo incapaz de acertar sólo en el segundo palo levantó el ánimo del personal.

Pero el Xerez se aferra a su juego. El trivote a veces abusa y gracias a ello llegaron dos ocasiones para ponerse por delante en el marcador. La primera la tuvo Bermejo, a quien Acciari le impidió rematar cuando se plantaba solo ante Willy. Acto seguido llegó el cabezazo de Crespí, que bloqueó bien el argentino.

Cambios en el guión

Sin embargo, como en todas las películas siempre hay un cambio en el guión que coge de improviso. A la medio hora Esteban se vio obligado a dar entrada a Viqueira, que sustituyó a un lesionado Jorge Luque. Mala suerte la del cordobés en esta su última temporada. Pero el centro del campo recuperaba la magia con el gallego en el terreno de juego. Dicho y hecho. Poco después, Emilio creaba un pase entre líneas que acabó en gol de Mario Bermejo, previo pase de Carlos Calvo. Gran jugada que invalidó el auxiliar por fuera de juego. Riguroso, pero pitado a fin de cuentas. El Elche, por su parte, seguía a lo suyo, tomando por bueno el empate y realizando un juego lineal que casi aburría. Pase en largo al espigado Miguel que prolonga, casi siempre a David Fuster. Ideas claras, juego claro.

La imprecisión marcó la segunda mitad. Parecía como si los dos entrenadores se hubieran dado cuenta de que se podía ganar el partido, aunque las prisas acabaron siendo malas consejeras en uno y otro bando. Viqueira tenía que aparecer más, aunque la medular ilicitana no dejaba apenas pensar al gallego y era su paisano Bergantiños el encargado de repartir desde el centro del campo. Abel era el tapado, aunque el sevillano no terminaba de ver la salida al gol. Cosas de jugar con un delantero. A estas que el Elche seguía sin engancharse al partido, con Miguel arriba en la isla del ataque y los extremos tapados.

Fue entonces cuando Claudio decidió poner a prueba a Esteban y cambió de sistema. El técnico del Elche sacó del campo a su referencia en el ataque y dejó al veterano Santos como delantero centro, aferrándose a la velocidad de un tal vez demasiado coreado Wakaso. Con o sin la sorna de la grada, lo cierto es que el ghanés dio mayor rapidez al conjunto ilicitano. Pero la respuesta del Xerez fue rápida, y vino de la mano de Viqueira, Bueno, más bien de su pie derecho, capaz de sacar un saque imposible que a punto lo aprovecha Bermejo para romper las tablas en el luminoso.

Y gol

Pero este Xerez aburre, y mucho, pero a su rival. Los azulinos comenzaron a tocar y tocar y volver a tocar, desquiciando a los locales. Por ello, Acciari regaló el balón a Bergantiños que desde su campo asiste al primer toque a Mario Bermejo. El cántabro rompió a Amaya y consiguió de tiro cruzado el primero de la tarde, noveno en su cuenta particular. El tanto azulino hundió más a la grada que a los jugadores de Claudio, quienes intentaban seguir adelante con un sistema que terminaba siendo frenada por la zaga azulina. Pero el tiempo encimaba y las ganas de empatar también. Los xerecistas perdieron protagonismo y balón, pero no gol. Álex Bergantiños volvió a conectar con Bermejo, que en esta ocasión se topó con el palo de la meta defendida por Willy. El partido se empecinaba en tener suspense y no dejar la tranquilidad albergarse en el seno azulino.

Los minutos pasaban y Claudio se desesperaba. No podían con el líder y los azulinos se encontraban a gusto sobre el verde del Martínez Valero. Mucha presión -se nota que Ortega está haciendo un gran trabajo- hasta el último suspiro y control de la situación, pese a todo lo que hay en juego. Mucha cabeza para un equipo que se ve en Primera, a pesar de lo que se diga. El pitido final del colegiado supuso mucho para un equipo que encarrila cinco victorias consecutivas, que llega al tramo final lleno de confianza y, lo más importante, a ocho puntos del cuarto clasificado. ¿Qué más se puede pedir?