Bautista enciende Jerez
Sólo sucumbió ante Aoyama en los metros finales, tras más de 30 adelantamientos en el grupo de cabeza
| JEREZ Actualizado: GuardarEl deporte es tan sacrificado que gasta las peores jugadas para poner a prueba a sus campeones. Los ganadores también se hacen a fuerza de golpes. Simoncelli, Aoyama y Bautista ofrecieron un espectáculo soberbio y los aficionados de Peluqui preparaban la traca para el piloto español. Habían celebrado con pasión sus ocho adelantamientos al italiano. Sufrieron cuando observaron que Aoyama dejaba atrás al toledano en el lugar de mayor concentración de aficionados, a diez metros de la mecha que esperan encendiera el piloto de Aprilia. No pudo ser. El manchego había derrotado al ogro de la cilindrada, Simoncelli, por ocho adelantamientos a siete, y Aoyama deshizo el empate de pasadas con el español (7-6) en la penúltima curva.
Bautista, la estrella de los tres duelos, no se mereció el fracaso. Había vencido a su eterno enemigo, Simoncelli, y le salió otro igual de duro.
A punto de irse al suelo, Simoncelli dejó el trío convertido en dúo mientras era atrapado por un Barberá que parasitó a los que iban delante. Dos parejas para dos repartos de premios. Aoyama le devolvió a Bautista la moneda de Motegi en un final memorable, con escenas críticas en las que ambos estuvieron más cerca del asfalto que de la gloria. Un hachazo del nipón dictó sentencia, mientras que en la final de consolación, barberá criticaba la última maniobra de Simoncelli, que literalmente le tiró la moto encima en la curva previa a la recta de meta. El valenciano, muy enfadado, instó al director de carrera a tomar cartas en al asunto, «porque si no acabaremos tomándonos la justicia por nuestra mano y eso no puede ser».
Bautista es segundo en la general, con cuatro puntos menos que Aoyama, pero ya aventaja a Simoncelli en 38.
Se quedó con una matinal en la que se divirtió de lo lindo y con la respuesta del público, que forzó que el de Talavera se saltara el protocolo y abandonara el parque cerrado para acceder al muro y desde él agradecer el apoyo a los miles de entusiastas que le aclamaban desde la tribuna principal.
«Al final he intentado ganar pero ha sido una lástima porque Hiroshi (aoyama) ha frenado fantásticamente y aunque he intentado frenar un poco más tarde que él, me he colado un poco. La segunda plaza es casi como una victoria. Vamos a pelear cada carrera hasta el último metro».