El triunfo del fútbol espectáculo

El sábado fue un día glorioso para el Planeta Fútbol. El Barcelona sentenció la Liga para sus intereses. Mejor dicho, para los intereses de quienes amamos el fútbol espectáculo frente a los especuladores, los rácanos, los resultadistas. O sea, lo que ha venido practicando el Real Madrid desde la llegada de Juande, al que el sábado Guardiola dio una lección táctica que es para tomar (Juande) las de Villadiego y desaparecer. La exhibición del Barça en el Bernabéu dejó bien claro, y en esto estamos casi todos de acuerdo, que siempre llegarán los éxitos jugando bien que fiarlo todo a ver qué pasa. Tan práctico es ganar como hacerlo jugando bien. Con el equipo azulgrana ha vuelto aquel fútbol donde el romanticismo estaba presente no sólo en las gradas sino también en el propio terreno de juego. Ojalá otros grandes -como el Real Madrid-, hayan tomado nota que también tiene premio el jugar bonito. Con el Barça se ha recuperado el fútbol de antaño que consistía en marcar más goles que el contrario; fútbol de ataque, el gol como rey, espectáculo, marcador movido y jugadores que disfrutan y hacen disfrutar a la grada con y sin balón a los pies. Qué maravilla que el Barça goleara al Madrid jugando bien -como en toda la Liga-, uniendo espectáculo y resultado y no aquel que tenga que sacrificarse siempre en beneficio de éste. Qué puñado de artistas de la finta, del malabarismo, qué puñado de peloteros que la mueven como los ángeles. Iniesta, Xavi, Messi, Henry... Qué empacho de buen fútbol, siempre con la mira puesta en la portería contraria, pesadilla para el guardameta de turno. El triunfo culé en el Bernabéu posibilita que el conjunto catalán pueda hacerse con el título de Liga el domingo, si es capaz de vencer en el Camp Nou al Villarreal y el Madrid no suma en Valencia. Felicidades al campeón, y suerte para este miércoles en Inglaterra. La Champions también puede caer. Pues eso.