Francis Gómez ha dado los primeros pasos de su empresa instalándola en su casa. «Es un concepto muy común en otros países». / E. FERNÁNDEZ
Ciudadanos

Mucho más que crear una 'web'

Este empresario puso en marcha hace unos meses una compañía encargada de diseñar estrategias de comunicación en soporte digital

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Abandonar la comodidad de ser asalariado y lanzarse a la complicada aventura de ser empresario no es la salida más fácil, y menos en estos tiempos de crisis en los que los pequeños negocios están sufriendo tanto. Pero Francis Gómez no sólo no lo dudó un instante, sino que dio todos los pasos que fueron necesarios para lograr el objetivo que se había marcado: ser el líder de su propia compañía, Neoburo, Estrategias de Comunicación Digital.

Su empresa ofrece paquetes de comunicación y marketing a otras compañías a través de soporte digital, y no lo hace a través de productos standard o cerrados, sino que crea y adapta las estrategias adecuadas a cada caso, petición o acción concreta que se demande. «Se trata de dar respuesta a las necesidades que tenga nuestro cliente, aportar soluciones y ofrecerles todo lo que les suponga más facilidad a la hora de trabajar y de mejorar su imagen», explica este nuevo empresario que acaba de superar la treintena.

En cada caso analizan la propuesta y estudian la fórmula más idónea para ofrecer herramientas digitales a las empresas. Así, sus servicios pueden ir desde crear una página web a dar soporte técnico, pasando por diseñar una estrategia de comunicación o funcionar como gabinete. En definitiva, «ayudamos a las empresas a llegar a la gente».

Su experiencia como empresario es muy reciente, ya que su negocio se registró el 1 de marzo de este mismo año, aunque «ya funcionaba a todos los efectos desde antes», insiste este joven que optó por darse de alta como autónomo para encarar esta nueva etapa. Una de las razones que le llevaron a elegir esta fórmula -y no la de crear una sociedad limitada unipersonal- es que tras el fin de una etapa laboral en la prestigiosa empresa Tribeca Sevilla, experta en planificación de marketing, publicidad y creatividad, la mejor salida que tenía era «capitalizar la prestación por desempleo y emplearla en montar este negocio».

Aparte de ese dinero, no ha recibido ninguna ayuda pública ni inversiones que no sean las propias y las que han llegado como apoyo desde el núcleo familiar. Según Francis, «no es una tarea sencilla crear tu propia empresa, primero por los recursos que hay que tener, y luego porque para poder optar a subvenciones hay que dedicarse casi a tiempo completo a la burocracia, y eso es imposible porque al principio el propio negocio ya te reclama dedicación completa». En su opinión, «las ayudas que ofertan las administraciones suelen llevárselas empresas con más envergadura que tienen personal dedicado a gestionarlas».

Pese a todo, su paso de trabajador por cuenta ajena a autónomo ha sido meteórico, ya que a finales de 2008 cuajó la idea de iniciar esta aventura profesional y pocos meses después no sólo la ha llevado a cabo sino que «tengo tanto trabajo que ya he tenido que rechazar algunos encargos porque no damos abasto».

Por el momento, en su oficina de El Puerto -que ha instalado en una zona delimitada dentro de su casa- trabaja en el proyecto de comunicación y creación de la imagen del ambicioso proyecto del Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua, además de en la gestión integral del portal de bodas de El Corte Inglés y en las producciones y los juegos on line de Doblecero España y Portugal, entre otros.

Tiene tanto trabajo que contrata a profesionales, autónomos como él, para sacar adelante algunos proyectos que él se encarga de coordinar. Son programadores, diseñadores gráficos o periodistas especializados en información digital con los que «ya he colaborado antes y que elijo según el perfil y el proyecto».

Aunque el negocio consume sus 24 horas del día y un objetivo a corto plazo es «empezar a tener más tiempo para mí», Francis está satisfecho porque «quería volver a la provincia, y lo he conseguido con mi propio proyecto». Y a pesar de la crisis, a Neoburo no le va nada mal. Su principal respaldo a la hora de captar clientes es su trayectoria. «Muchos me conocen, saben de mi solvencia y mi buen hacer a lo largo de 11 años, conocen que mi prioridad es la calidad, que prefiero tener menos trabajo para poder centrarme en su idea».