ORSAY

El partido de miguel

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El partido más importante para un xerecista en grado superlativo no se libra este fin de semana en Elche, ni el siguiente en Gerona, ni la otra semana en casa. El choque más importante para este aficionado de los de verdad se libra día a día, hora a hora, minuto a minuto, entre las cuatro paredes blancas de una habitación de hospital. Me dicen que Miguel Doña no anda bien, y sólo le pido a Dios que le dé el tiempo y la lucidez suficientes para que pueda ver al equipo de sus amores ascender a Primera. Y si, de paso, el Altísimo tiene a bien concederle una prórroga y podemos verle de nuevo la temporada próxima sentado en su asiento de Chapín. ¿Se imaginan un broche mejor para una vida tan azul y tan blanca?. En una semana en la que, no repuestos aún de la marcha de Rafael Maraver, nos ha dicho también adiós el bueno de Juan Sánchez, la noticia sobre el estado de Miguel es otro jarro de agua fría. No hará más de un par de años, compartí una entrevista para el programa Jerezanísimos, de Radio Jerez. En ella hablamos de sus años en el Domecq y en Chapín, de los goles que había dejado de ver a su equipo porque estaba en pleno recuento de la recaudación del partido. Aunque no lo dio a conocer, porque ante todo es un caballero, me dejó entrever cierta desilusión por cómo el club había dejado de contar con sus servicios tras décadas asumiendo una responsabilidad poco grata y mal remunerada. He de decir que al programa vino engañado por su hijo Miguel, magnífico periodista y compañero en la Cadena Ser de Andalucía. Era para testimoniarle el homenaje que todavía hoy le niega el club al que entregó sus tardes de domingo y las frías noches coperas. Fue un verdadero placer. Aprendí lo que es el amor a unos colores, perseguir un sueño que ahora por fin tiene visos de hacerse realidad. Por eso, no es el momento de partir. Aún no. Y este partido sí que lo tenemos que ganar, Miguel.