Estacionamiento de motos en El Puerto. / N. R.
Ciudadanos

La primera jornada del Gran Premio no cumple las expectativas de negocio

Los comerciantes advierten de un descenso en el consumo y una bajada de visitantes

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La Motorada arrancó ayer en ralentí, sin la afluencia de aficionados al motociclismo que se esperaba en la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de España de Motociclismo del Circuito de Jerez. Los moteros llegaron a la provincia en un goteo constante y se hicieron patentes en ciudades como El Puerto y Jerez. Sin embargo, el número de moteros era mucho menos abundante que en años anteriores.

Esto alivió las carreteras de Cádiz de atascos e incidentes, pero aquejó al sector turístico gaditano que esperaba como agua de mayo un revulsivo del turismo después de la templada temporada de Semana Santa. Algunas novedades hacían pensar que este año, a pesar de la crisis, el fenómeno motero mejoraría: la coincidencia del puente del uno de mayo y la feria de Rota beneficiaba, por ejemplo, que la llegada de turistas se adelantara al viernes festivo. Y la mayor permisividad del Ayuntamiento jerezano a que las motos entraran en la ciudad se vio como una oportunidad por los bares y restaurantes.

La crisis se ha dejado notar, y tampoco ha sido esquiva con el Gran Premio de Jerez, que ya el en la edición pasada sufrió las consecuencias de lo que se consideraba aún una «desaceleración económica». La Asociación de Comerciantes de Jerez (Acoje) calculaba entonces unos beneficios para la ciudad de apenas seis millones de euros, haciendo caer el mito de la Motorada. Ayer, muchos hosteleros consultados por LA VOZ opinaban que las cifras este año podrían incluso empeorar.

«Apenas se ven motos», aseguraba desde un local de la calle Larga de Jerez, José Barro, acostumbrado a que el viernes del Gran Premio, el bar en el que trabaja -La Canilla- «se llenara de clientes; aquí estamos totalmente muertos, no entra nadie, y eso que estamos en una calle principal». Coincide con Juan Antonio Barea, camarero del Bar Barbiana, también en Jerez: «Apenas hemos recibido clientes durante el día, esto está peor que un sábado corriente».

Por su parte Antonio de María, presidente de la asociación de hosteleros de la provincia, Horeca, evitaba ayer hacer una valoración anticipada de los resultados del Campeonato: «Aún es pronto, hasta el lunes no podremos dar cifras». Sin embargo, reconoce que la afluencia de turistas se ha resentido.

Sin embargo, no todos los datos son del todo pesimistas. Así, la ocupación prevista de los hoteles gaditanos a comienzos de la semana era de un 90% de las camas de Jerez y su entorno apalabradas, con la esperanza de que las reservas de última hora elevasen ese porcentaje al 100%.

Las cifras estimadas parecen cumplirse: y aunque ayer aún era posible encontrar habitaciones libres en la mayoría de los hoteles del entorno del Circuito, hoy el cartel de completo estará colgado en prácticamente todos los establecimientos hoteleros. El descalabro, por tanto, afecta sobre todo al consumo en hostelería. De hecho, ayer era habitual ver supermercados llenos de clientes con cascos bajo el brazo, y bares y restaurantes casi vacíos.

Tranquilidad en carretera

El menor número de motoristas tuvo por otro lado, consecuencias positivas en las carreteras, en las que apenas hubo incidentes destacables -aparte de la salida de un turismo en El Puerto- , ni accidentes con motos implicadas.

La DGT, no obstante, tiene puesta toda su atención este fin de semana en la provincia de Cádiz, que será el punto más caliente de tráfico de toda España. No en vano, está previsto que en tres día circulen por Cádiz más de 300.000 turistas que viajarán en su mayoría en motocicleta, lo que aumenta las probabilidades de que se produzcan siniestros. Para evitar incidentes graves, la Subdelegación del Gobierno ha puesto en marcha un dispositivo especial con más de 3.550 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que controlarán la seguridad tanto en el interior de las ciudades como en las carreteras.