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«Se va la gallina de los huevos de oro»

Los comerciantes de El Puerto piden mayor flexibilidad en las medidas de control a las motos para evitar la reducción de concentraciones en el centro de la ciudad

C. CHERBUY
| EL PUERTOActualizado:

El Puerto vuelve a vivir un fin de semana intenso de Motorada. Sin embargo, tal y como apuntan los comerciantes de la ciudad no está teniendo la repercusión económica de otros años, debido a que los moteros están prefiriendo otras localidades en las que tienen una mayor libertad de movimiento.

Si hace unos años los negocios multiplicaban en estos días por diez sus ventas, en los últimos tres años la rentabilidad ha caído en picado y muchos afirman que tienen suerte si consiguen triplicar las ventas. Unas fechas que son importantes para la tranquilidad, al menos durante varios meses, de distintos comercios portuenses, en especial en esta época de crisis en la que se ansiaba la motorada para coger algo de aire.

Entre las principales causas de esta pérdida en el número de moteros se sitúan, según los negocios, las fuertes medidas de seguridad que se están imponiendo por parte del Ayuntamiento año tras año y que impide la libre circulación de las motos, de manera que como apunta Jorge Muñoz, Jefe de Ventas de la tienda de harley Davidson que hay en la localidad, «se están marchando a otros lugares con mejores alternativas».

Las previsiones de los comerciantes para estos días no son muy halagüeñas pues aseguran que faltan «posibilidades de ocio y de distracción para los moteros». «Se está matando a las gallinas de los huevos de oro», sentencia un vendedor.

Desde El Puerto ven cómo en otros municipios se ha aprovechado la motorada para adelantar otras fiestas, como en Rota, donde se ha hecho coincidir la feria con estas jornadas con la previsión de conseguir un mejor ambiente en sus casetas.

En Jerez, por su parte, se instalan carpas para los moteros. Es por ello que los negocios de El Puerto reclamen mayores alternativas de atracción para aumentar las concentraciones de motos.

Los que más se resienten son precisamente los comercios del centro, ya que no se permite el acceso a esta zona de las motos. Esto repercute en la economía de los negocios, cuyos dueños exigen «mayor margen y no tantas limitaciones».

Manuel Estrada es uno de estos comerciantes. Tiene una tienda de comestibles y afirma «que se está viendo poco movimiento». Aunque espera que se intensifique hoy. «Otros años era imposible atender a las personas y por ahora estamos muy tranquilos».

El protagonismo que tenía El Puerto en la motorada se está perdiendo a favor de otros municipios, que han sabido acoger las necesidades de los motoristas. Aún así, la ciudad portuense continúa siendo un lugar destacado para los aficionados al Campeonato de España de Motociclismo, que sigue representando una fuente importante de dinero para los comercios.