«Yo estoy con los que van a la cola»
La manifestación del Primero de Mayo reúne a cerca de 6.000 personas bajo el lema «Frente a la crisis, empleo, inversión y protección social»
| CÁDIZActualizado:Isabel estaba nerviosa. La misa había terminado y ya había hecho la primera comunión, pero aún no había recuperado la tranquilidad. Demasiados acontecimientos juntos. «Sí, creo que ya me han entregado todos los regalos... bueno, no lo sé», contestaba. Al otro lado de la verja, frente al colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón, discurría la manifestación del Primero de Mayo, en calma. La niña, en cuarto curso de Primaria, no tenía ni idea de dónde venía esa riada humana y por qué no había tráfico en la calle. «Es muy pequeña todavía», intervenía su madre. Su mundo se centra de momento en ese día especial, en el que ella es la protagonista. Aún le faltan muchos años para preocuparse por la falta de trabajo.
Al igual que la familia de Isabel, muchos ayer observaban desde las aceras el discurrir de la marcha, que partió de la plaza Asdrúbal hasta San Juan de Dios, con curiosidad o con indiferencia. Eran cerca de 6.000 (hubo coincidencia entre los convocantes y la Policía Local) los manifestantes que recorrieron la avenida, 4.000 más que en 2008.
Algunos cruzaban camino de la playa. A otros simplemente les sorprendió de paseo, como a Julia y Enrique, que caminaban junto a su hija pequeña. «Yo estoy más con los eventuales de Delphi, que van a la cola, que con estos que van delante», sostenía Enrique, mientras Julia asentía y comentaba que «hay empresas pequeñas que despiden a los trabajadores y no pasa nada, nadie hace nada por ellos porque no tienen tirón político».
Había quien ni siquiera era consciente de por qué se celebraba la manifestación, como Leonardo Ortiz, estudiante de Ciencias Náuticas en Puerto Real. Aunque todavía no ha terminado la carrera y el horizonte laboral está muy cercano, no cree que en su especialidad vaya a tener problemas. ¿Pero te preocupa? «Sí, claro». ¿Y en tu entorno hay alguien que tenga problemas? «Las cosas están mal, evidentemente» pero dice no tener cerca de alguien a quien la crisis le haya dado de lleno. A pocos metros los manifestantes empiezan a corear «¡Hace falta ya, una huelga de verdad!». En la mente de los que gritaban, los 145.100 rostros de los que hoy están desempleados.
Las pancartas siguen su marcha. En primera fila, los líderes sindicales agarrando la que ofrece el mensaje de cabeza, el lema de este año: «Frente a la crisis, empleo, inversión pública y protección social». Al llegar a la altura del solar de Subdelegación, Clive Owen les observa de reojo desde la marquesina, mientras Naomi Watts mira hacia otro lado en el cartel de The International. Igual en Knights Bridge la crisis se siente de la firma forma que en La Viña.
Casi al llegar a las puertas de tierra aparece Antonio Osuna, jubilado, «el primero que entró en Astilleros con poliomelitis». Subido a una bicicleta para discapacitados, reparte publicidad del restaurante marroquí de un amigo. Y ofrece su análisis económico del asunto: «Estamos pagando lo que cinco 'mangutas' sueltos han hecho; los bancos tuvieron sus vacas buenas y ahora no sueltan un duro; hay que ser más cauteloso», sentencia. Explica que ahora que es «funcionario del Estado, así lo llamo yo», se ha hecho miembro de la Asociación Ciclista de Cádiz, que está reivindicando el carril bici. ¿Y esto de atrás qué le parece? «Muy bien, muy bien, yo soy trabajador, pensionista, pero hay que apoyarlo», explica para luego perderse entre el gentío y las banderas.
Muchos manifestantes, miembros de sindicatos o de partidos, acuden con su familia. Un pequeño maneja el megáfono y va reclamando trabajo en nombre de 'ce ce o o'. Muchos llevan las banderas de su sindicato y camisetas. El rojo domina la marcha. Pero también se ven carteles y pancartas en verde, de la Izquierda Anticapitalista.
En San Juan de Dios, llegan los discursos. El secretario provincial de UGT, Pedro Custodio González, aboga porque «este primero de mayo sea el principio de la unión de los trabajadores» frente a la crisis y los planes de los empresarios. Para Manuel Ruiz, secretario de CC OO, hay que ser más reivindicativos que nunca «ante las peticiones de la derecha política y el mundo empresarial». Junto a ellos estuvieron políticos de IU, como Sebastián Terrada o Willy Meyer, y del PSOE, como Pérez Peralta o José María Blanco. Pero eso sí, en un discreto segundo plano.