La gripe esa

No me puedo resistir, qué quieren que les diga. Soy aficionado al fútbol, no forofo ni hoolligan ni ná, simple aficionado. En esta última semana, a pesar del pedazo de crisis que estamos pasando, como en los viejos tiempos de don Francisco: «al pueblo pan y circo». La Sexta y Canal Plus se han encargado de que tengamos partidos y movidas a todas horas y todos los días. Que si el Barça, que si el Madrid, que si el Sevilla, que si Nadal, que si Alonso. Así, sin darnos ni cuenta, se nos ha venido encima lo de la gripe porcina. Eso, mire usted, cuando estábamos mas distraídos con la victoria del Madrí y el pinchazo del Barça, nos sorprenden, como quien no quiere la cosa, con que en México, unos cochinos han incubado un virus, el influenza, que nos ataca con mas saña que los ejércitos de Hitler. En dos días, y sin billete, se ha cogido los aviones desde Cancún y se nos ha metío en todas partes.

Menos mal que tenemos una nueva ministra de Sanidad, que no estaba de cacerías en Jaén, y se ha reunido, el mismísimo domingo, con su gabinete de crisis para prepararle la bienvenida en Barajas al virus ese. Cuando ha llegado, se ha encontrado con un comité de bienvenida en forma de formulario para que sus portadores lo rellenen o como decía por la tele un francés «como mí no entender Español, lo he tirado a la papelera» (no tiene guasa el gabacho). En fin, como sigamos así, en un par de días salimos todos a la calle con mascarillas.

Pero, como el Cádiz, para no ser menos, también se ha proclamado campeón de su grupo, nos pondremos las mascarillas amarillas y azules, por eso del patriotismo futbolístico. Bueno, hasta la semana que viene, si no he cogido la gripe esa.