ESPAÑA

Juanes quiere que la Audiencia combata el crimen organizado

Lo considera un fenómeno delictivo de «primera magnitud»

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El nuevo presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, prometió ayer en su toma de posesión convertir la Audiencia Nacional en una institución especializada en la persecución de la delincuencia organizada. Para ello reclamó una serie de modificaciones legales que permitan adaptar el tribunal a los retos que plantean las nuevas formas de criminalidad, como las redes organizadas dedicadas a los tráficos ilícitos de personas. En un acto plagado de personalidades del mundo de la política y la judicatura, entre ellos el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar; la del Constitucional María Emilia Casas, o el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el presidente de la Audiencia Nacional expuso en su 'hoja de ruta' la conveniencia de crear órganos jurisdiccionales servidos por jueces especializados para combatir la delincuencia organizada.

Juanes definió este tipo de delincuencia como un fenómeno criminal «de primera magnitud» dotado de una «fuerte» organización en diversos territorios, con un poder «extraordinario de corrupción y adaptabilidad» a los distintos contextos sociales y políticos.

El magistrado proveniente de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo señaló, en cambio, la conveniencia de suprimir del ámbito competencial de la Audiencia Nacional los delitos de falsificación de moneda y tarjetas de crédito, que han supuesto un «aumento notable» de la carga de trabajo.

Además, Juanes puso de manifiesto la necesidad de poner en funcionamiento de forma inmediata la oficina común de cooperación jurídica con otros países, así como la conveniencia de abordar las mejoras tecnológicas pendientes con la creación de un sistema de aviso de la prisión preventiva, buscas y capturas y requisitorias.

El presidente de la Audiencia Nacional destacó la labor de las salas de lo Social y lo Contencioso-Administrativo del tribunal y abogó por potenciar al máximo la Sala de Gobierno para dar más eficacia al trabajo de los magistrados.

El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, destacó la labor «impecable» y el sentido de la moderación de su sucesor al frente de la Audiencia Nacional y tuvo tiempo para hacer un defensa a ultranza del secreto de sumario de las resoluciones judiciales, para que no «sean publicadas a todos los vientos».

Dívar conminó a jueces y magistrados y personal del tribunal a hacer frente a esta situación con «valores éticos y morales» por el bien de la Administración de Justicia. Un alegato en plena polémica por las filtraciones en el caso Gürtel.