Interior traslada de prisión a diez etarras para ahondar la división en el frente carcelario
Lleva al cabecilla que ordenó el secuestro de Ortega Lara a Zuera
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl Ministerio del Interior ha intensificado su estrategia de debilitamiento de ETA en las cárceles. En las últimas cuatro semanas ha trasladado de prisión, al menos, a diez terroristas con delitos de sangre, con el fin de ahondar en la creciente división en el frente carcelario. Zuera, en Zaragoza, y Villabona, en Asturias, donde Instituciones Penitenciarias concentra a la mayoría de los ex dirigentes críticos con la organización, son el epicentro de los movimientos.
De la decena de traslados, seis son acercamientos, aunque el movimiento más destacado es un alejamiento o «movimiento táctico». Instituciones Penitenciarias ha llevado desde Martutene, en Guipúzcoa, hasta Zuera a Juan Luis Aguirre Lete, Isuntza, quien fuera jefe militar de ETA en los noventa. Ordenó el secuestro más largo de la historia de la banda, el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y participó en los asesinatos del dirigente socialista Fernando Múgica Herzog y del general del Ejército del Aire Dionisio Herrero.
Isuntza, a pesar de estar condenado a un centenar de años, cumplía hasta ahora la pena en el País Vasco porque desde 2008 está encuadrado entre los ex dirigentes más críticos con la actual cúpula. Con su derivación a Zuera, se reforzaría el núcleo duro de los que apoyan el abandono definitivo de las armas. En la cárcel zaragozana ya hay nombres de disidentes tan destacados como José Luis Urrusolo Sistiaga y Carmen Guisasola (ambos expulsados de la banda), Iñaki Arakama Mendía, Makario; Santiago Arrospide, Santi Potros, o Francisco Múgica, Pakito.
De Puerto II a Zaragoza
Con esa premisa, ha sido acercado al centro zaragozano el terrorista Gorka Martínez Ahedo, uno de los irredentos de la banda, que hasta ahora estaba en la prisión de Puerto II. Martínez, condenado a 32 años por participar en el asesinato en 1994 del guardia civil Benigno Villalobos, protagonizó durante el juicio un sonado incidente en la Audiencia Nacional al arrancar el micrófono y lanzarse violentamente contra el cristal blindado.
A Zuera ha sido llevado desde Salamanca Pedro María Leguina Aurre, Txiki, al que el Ministerio del Interior, cuando fue entregado en 2001, acusó de una veintena de asesinatos en las décadas de los 70 y 80, la mayoría amnistiados o prescritos.
Al otro centro de la nueva política de Interior contra el frente de makos, Villabona, han llegado en los últimos días dos terroristas relevantes. Urko Labeaga García, hasta ahora interno en Topas, se ha unido en esta cárcel a dirigentes críticos como José Luis Alvarez Santacristina, Txelis, y Kepa Pikabea Ugalde. Labeaga, detenido en mayo de 1998 tras estallarle en las manos un artefacto que se disponía a colocar ante las oficinas de Telefónica en Getxo, ya se rebeló en 2003 contra las directrices de la banda ante las protestas carcelarias. Desde León ha pasado a Asturias Joseba Borde Gaztelumendi, Putxe, entregado por México en 2002 y, según el Ministerio del Interior, autor de 21 atentados entre 1978 y 1983, en los que fallecieron 16 personas.
Entre los traslados de corta distancia, de Granada a Almería, figura el de Mikel Azurmendi Peñagarikano, Hankas, el jefe del comando Andalucía que asesinó al teniente alcalde y portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Jiménez Becerril, y a su esposa, Ascensión García, el 30 de enero de 1998.
Más importante en distancia ha sido el acercamiento de Juan María San Pedro Blanco, trasladado en los últimos días desde la cárcel del Puerto II a la gallega de A Lama. Entregado en 2004, fue colaborador del comando Vizcaya de ETA en los noventa.