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La maleta con la droga. / LA VOZ Imagen del crucero donde viajaban las traficantes. / LA VOZ
Ciudadanos

Una banda utilizó turistas de la tercera edad para introducir cocaína en España

Dos mujeres españolas de 60 años fueron arrestadas en Cádiz, donde arribaron en un crucero de lujo, porque escondían en un camarote 27 kilos de droga

SILVIA TUBIO
| CÁDIZActualizado:

Los traficantes de droga idean permanentemente nuevas fórmulas para introducir con éxito su mercancía. Esta vez habían recurrido a un camuflaje que presuponían no levantaría sospechas: utilizar como correos -denominación que se le da a los que transportan droga consigo- a turistas de la tercera edad que viajan en cruceros de lujo. Pero este método ha sido descubierto por la Policía Nacional mientras investigaban a una banda que había logrado diversificar su actividad delictiva, desde el narcotráfico a la extorsión y el secuestro. Pese a que la organización estaba asentada en Cataluña y pretendían ampliar sus tentáculos hacia Ibiza, dos de sus correos fueron apresados en Cádiz el pasado cuatro de abril.

Habían salido de Brasil a bordo del crucero Grand Mistral, con capacidad para 1.750 pasajeros. Un viaje de elevado precio que antes de concluir en Málaga, hacía escala en Canarias y en Cádiz. Dos mujeres españolas de 60 años habían subido con una maleta que portaba 27 kilos de cocaína. No se imaginaban que con ellas también navegaba una pareja de policías de paisano que les seguían sus movimientos. Las improvisadas traficantes -no tienen antecedentes ni la Policía las considera miembros estables de la organización- estaban tranquilas y ni siquiera habían adoptado unas mínimas medidas de seguridad para esconder la mercancía como, por ejemplo, recurrir a los dobles fondos.

Era el mes de marzo y los investigadores habían completado gran parte de sus pesquisas, las cuales habían arrancado el verano pasado en Ibiza, donde el GRECO de esa zona detectó los primeros movimientos de una banda que quería introducirse en el negocio de la distribución de cocaína en la isla. Tenían ya montada una importante infraestructura delictiva, organizada en torno a células que actuaban de forma autónoma y dedicadas a distintas actividades entre las que se incluía, el robo de droga a otros traficantes.

Durante las indagaciones, los agentes supieron que preparaban la entrada de un importante cargamento de coca, que previamente adquirirían en Brasil y el vehículo serían dos señoras, «con una fachada ejemplar», decían ayer fuentes policiales.

Al llegar el crucero al muelle de Cádiz el pasado 4 de abril, los agentes del GRECO Cádiz las estaba esperando, no sólo a ellas, sino también a dos miembros de la organización que iban a recoger la droga para guardarla en sitio seguro hasta introducirla en el circuito internacional del narcotráfico. Nada más llegar el barco a puerto, la Policía alertó al capitán, que llegó a ordenar cortar el suministro de agua en la nave para que no trataran de tirarla en los aseos.

En uno de los dos camarotes que habían contratado las sospechosas, los agentes hallaron la maleta con la droga repartida en paquetes. Su aventura al otro lado de la Ley concluía con un arresto y una previsible condena elevada, dado el contenido de la mercancía. Se sospecha que pudieron cobrar unos 20.000 euros y la financiación del crucero de lujo a cambio de ejercer de correo. Ése pudo ser el gancho que las captó.

Además de las cuatro personas que fueron arrestadas en la capital gaditana, los agentes apresaron a otras cinco personas -cuatro hombres y una mujer- en Barcelona y en Lepe (Huelva). En la localidad onubense fue localizado el cabecilla cuando trataba de huir a Portugal por la frontera de Ayamonte, para tomar allí un vuelo con destino a Brasil.

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