Cuentas en déficit
Actualizado: GuardarEl déficit de 7.586 millones de euros registrado por las cuentas del Estado en el primer trimestre del año –el 0,69% del PIB– subraya el impacto de la crisis sobre la hasta ahora saneada administración española no sólo por la cifra en sí misma, sino también por contraste con el superávit de hace un año. A la espera de la revisión del cuadro macroeconómico que efectuará el Gobierno en un mes, el deterioro de la situación económica está siendo tan profundo que ha dejado obsoletas unas previsiones que ya habían quedado superadas por la cruda realidad apenas fueron formuladas. Con el desempleo convertido, según los últimos datos del CIS, en un motivo de preocupación inaudita para los ciudadanos tras años de desahogo económico y el conjunto de la actividad sometida a un fuerte desgaste, sólo la caída sostenida del euríbor parece ofrecer motivos de alivio para las familias; aunque ese recorte y el ahorro que supone para muchos hogares no baste ni para activar el consumo, cuyo desplome es uno de los motivos del descenso en los ingresos del Estado, ni para reanimar el sector de la construcción en un contexto de tanto temor y desconfianza. El Gobierno explicó ayer el déficit de contabilidad nacional como una consecuencia en parte de las iniciativas impulsadas para tratar de fomentar la recuperación de la actividad y el empleo e incrementar la liquidez de particulares y empresas. Pero es esa constatación y su repercusión sobre las cuentas públicas la que obliga a evaluar críticamente el efecto de las medidas aplicadas, cuyos resultados no se ajustan por ahora a los recursos movilizados. Al tiempo que pone en cuestión la convicción de la vicepresidenta Salgado sobre la existencia aún de margen para promover nuevas actuaciones, más allá de las que exige forzosamente la contención de la crisis.