ESPAÑA

«Francia luchará contra los terroristas hasta acabar con los asesinos de ETA»

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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La visita de Nicolas Sarkozy a España ha dejado tras de sí, además de un reguero de crónicas de color, la constatación de que el presidente de la República Francesa está tan determinado como el que más a acabar con el terrorismo etarra. Lo dijo el lunes en el Palacio Real y lo reiteró ayer, con mayor contundencia aún, desde la tribuna presidencial del Congreso de los Diputados: «Francia, patria de los derechos humanos, perdería su honor si fuese un santuario para los terroristas».

«Francia quiere combatir a los asesinos, luchará contra ellos hasta acabar contra el último», insistió ante un hemiciclo abarrotado como en sus mejores días. La intervención de Sarkozy ante la Cámara Baja fue el punto más solemne de la visita oficial del jefe del Estado francés a España, que concluyó ayer.

La colaboración con los gobiernos galos en la lucha contra ETA tiene ya una larga trayectoria, pero quizá ningún otro presidente había dado tanta importancia a ese punto de las relaciones bilaterales. Ayer reafirmó su compromiso, que dijo es independiente del color de quien gobierne en cada país, y alabó la altura democrática de los dos grandes partidos españoles, PSOE y PP, «capaces de ir más allá de sus diferencias para hablar con una sola voz» frente a la violencia.

Pero en su intervención hubo un matiz que sonó a reproche por el fallido 'proceso de paz' que puso en marcha el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante la pasada legislatura. «Cuando transigimos con los terroristas no ven la mano tendida, sólo ven la debilidad, y la debilidad no puede ser el elemento más importante de una democracia», avisó.

El entendimiento con Sarkozy en materia antiterrorista sirvió, de hecho, como motor del principal acuerdo suscrito en la XXI cumbre hispano-francesa.

El presidente francés habló de crear un «Estado Mayor común» para luchar contra el terrorismo y el narcotráfico, dos actividades criminales que se «nutren» la una de la otra. El documento suscrito ayer por ambos mandatarios no llega tan lejos, pero sí habla de permitir una acción conjunta de los servicios de seguridad, algo sin precedentes.

La otra gran noticia del encuentro también fue anunciada por Sarkozy en su intervención ante la Cámara Baja. «Dentro de tres años Barcelona tiene que estar conectada a menos de cuatro horas de Lyon en tren de alta velocidad», prometió.

El anuncio no pasa de ser un proyecto, como no pasa de ser la expresión de una voluntad la declaración en la que Francia y España se comprometen a «continuar con las acciones iniciadas destinadas a reforzar la capacidad de interconexión entre ambos países tanto en el área gasista como eléctrico».

Más decisiones

Pero el presidente galo, político inusualmente expresivo, supo darle cuerpo con su verbo florido. «Lo que les propongo es: menos discurso, menos declaraciones de principios y más decisiones; ustedes necesitan energía, franceses y españoles necesitan infraestructuras, así que, adelante», dijo a los diputados.

De la reunión entre los gobernantes salió además el anuncio de una conferencia internacional sobre Somalia, no tanto para combatir la piratería marítima sino para ayudar a la estabilización política y reconstrucción del país africano.

Sarkozy cerró su discurso con un apoyo a la Presidencia española de la UE en 2010 y con una encendida loa de las buenas relaciones entre ambos países.