El milagro Pedrosa

La historia se repite en Honda Racing Co. El warm up, el entrenamiento previo a la carrera que decide la puesta a punto ideal y los neumáticos a elegir, volvió a ser milagroso para Pedrosa. La escudería HRC encontró por fin una configuración competitiva de la RC212V después de cinco meses de pesadillas. Dani vivió el año pasado una situación similar, en aquel caso la crisis centrada en la debilidad de los neumáticos Michelín. Ahora, el problema era su lesión y su imposibilidad de mejorar una máquina de 800 centímetros cúbicos que la fábrica no había hecho competitiva. Ambas partes, jinete y equipo, han salido del túnel.

Recuperación

El podio de Motegi y los tres adelantamientos a Rossi han sido la respuesta a medio año de preocupaciones. Una dura historia, paralela a la operación y el proceso de recuperación del español. Con el piloto sin poder doblar la rodilla y la moto sin probar, las cosas empezaron mal en Qatar. Se esperaba. El undécimo puesto entraba en las previsiones. La decepción creció en Honda al soportar los duros entrenamientos del Gran Premio de Japón, el pasado fin de semana, en el circuito de HRC. La fábrica nunca había encontrado el camino con su prototipo y Pedrosa se quejó de «equivocaciones» en la puesta a punto. La lluvia agudizó la tensión. Se confirmaba el miedo de un Mundial a remolque de Yamaha, Ducati y Suzuki, que han demostrado su eficacia. Las lamentaciones surtieron efecto.

«Ahora Honda se motivará» Alberto Puig y su pupilo solicitaron otra vía para encontrar los reglajes idóneos de la 212V y el warm up del domingo, que duró cuarenta minutos, fue decisivo. Los técnicos y el campeón lograron un rendimiento excelente. Tanto, que Dani habló del futuro con optimismo: «Debemos hacer unos ajustes, pero el resultado es muy positivo antes de ir a Jerez». Era el premio a su sacrificio durante seis meses difíciles. Después de tantos nervios, el piloto ha animado a sus ingenieros: «El podio creará buen ambiente y aumentará la motivación de Honda para progresar». Sus palabras decían demasiado.