BALONCESTO | LIGA FEMENINA

El Ros Casares acaricia el título tras una gran exhibición ante el Perfumerías

El primer cuarto ha terminado con un aplastante 28-4 a favor de las valencianas

VALENCIA Actualizado: Guardar
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El Ros Casares Valencia se adjudicó el primer encuentro de la final de la Liga de Baloncesto Femenino tras una gran exhibición ante el Perfumerías Avenida (96-56) y prácticamente acaricia el título de campeón a la vista de la claridad de su victoria y de la ventaja del factor cancha en el caso de ser necesario un tercer encuentro.

El Perfumerías Avenida perdió el encuentro nada más empezar. De hecho parece que el equipo de José Ignacio Hernández no hubiese salido ni del vestuario, a la vista de la soberana paliza que les infligió el rival valenciano en los primeros instantes de juego.

Mientras el Ros basó su juego en una férrea defensa, el control del rebote, continuos robos de balón y rápidas transiciones, el Perfumerías se deshizo en errores infantiles y evidencias de una gran desconcentración, especialmente en el caso de Michelle Snow, la referencia de su equipo, que falló todo salvo los tiros libres.

Cuando no se habían disputado ni tres minutos el marcador registraba ya un 10-2 que obligó al técnico salmantino a llamar a consultas a sus jugadoras, lo cual tampoco frenó la apisonadora en que se convirtió hoy el Ros Casares.

Este paseo triunfal (parcial de 20-0) en el que el equipo valenciano no mostró compasión alguna, se saldó con un 28-4 al final de los diez primeros minutos, con nueve puntos de Jana Vesela, ocho de Delisha Milton-Jones y siete de Amaya Valdemoro, y con el único borrón de las dos faltas que cometió Erika de Souza.

Imposible reacción

Tras este desastroso inicio de encuentro, el margen de mejora para las jugadoras del Perfumerías Avenida era enorme, y ciertamente crecieron en su juego, pero entonces apareció la muñeca de Laia Palau desde la línea de tres y la fuerza de Anna Montañana como líderes del equipo suplente del Ros para ampliar la ventaja de su equipo hasta los 35 puntos (58-23).

El equipo de José Ignacio Hernández se vio realmente impotente para reaccionar debido en gran medida a la obligada precipitación con la que actuaron sus jugadoras y los errores incluso en las canastas más fáciles. Sus porcentajes fueron muy bajos e impropios de una final.

En el tercer periodo ambos equipos acusaron la intensidad con la que se habían disputado los primeros minutos y bajaron el ritmo anotador, lo cual no impidió al Ros Casares alcanzar los cuarenta puntos de ventaja (70-30) e incluso superarlos.

A pesar de esta gran ventaja, las jugadoras locales siguieron reclamándose intensidad las unas a las otras para seguir ofreciendo espectáculo a sus aficionados, con lo que el discurrir del encuentro siguió el mismo guión.