Una actuación en el jazz club Cambalache, actualmente sin conciertos. / FRANCIS JIMÉNEZ
Sociedad

Denuncian una «ofensiva» municipal contra la música en directo en Cádiz

Akople Local Cádiz se suma a la plataforma Salvemos el directo para conseguir firmas, modificar las ordenanzas y negociar un nuevo modelo de bar

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La melodía del desencuentro suena en Cádiz en un mal avenido concierto entre propietarios de bares, músicos y autoridades municipales. La asociación Akople Local denuncia una «ofensiva» del Ayuntamiento contra las actuaciones en los bares y un exceso de celo en la aplicación de la normativa andaluza. Estos supuestos se han traducido en las sanciones a varios locales en los últimos meses que han provocado, según Akople, el cierre de varios establecimientos.

En opinión de la asociación, algunos ejemplos son la intervención policial y la suspensión de actividades en la Casa de Postas de la calle Plocia en el mes de enero, la cancelación de las actividades musicales en el bar Vapor Ustedes en la calle Libertad, «lo que finalmente ocasionó el cierre del establecimiento en el mes de abril». La suspensión de las actuaciones de música en vivo en el bar La Isleta de la calle Pericón de Cádiz hace algunas semanas, «lo que ha significado el cierre temporal del establecimiento», las «constantes intervenciones» de la Policía Local en el Pub Medussa de la calle Manuel Rancés, el precintado del equipo musical del Pub Ketedije en Canovas del Castillo días antes de dar comienzo de la Semana santa o los «apercibimientos y avisos recibidos» en el Jazz Club Cambalache de la calle José del Toro para que interrumpiera sus actividades musicales, dicen.

Hassan Assad, propietario del Cambalache confirma que le han advertido que no puede dar música en directo, algo que hace habitualmente desde hace más de veinte años. «Nos tratan como delincuentes, cuando lo que hacemos es ofrecer música a la ciudad», dice el marroquí, que asegura que «toda la vida se ha ofrecido música en directo hasta las doce de la noche».

Cuestión de ley

Fuentes municipales aseguran que estas operaciones responden a la necesidad de «hacer cumplir la Ley». Esta normativa, que está en el origen de la polémica, es el reglamento de Espectáculos Públicos de 2007, que permite solamente música en directo en locales con permiso de sala de fiestas o de discoteca, algo que «no pueden cumplir por presupuesto o cualidades del local», según Javier Millán, de La Fábrika, promotor de la campaña Salvemos el directo.

Assad asegura que recientemente ha insonorizado todo su bar y ha instalado una doble puerta y que pedirá al ayuntamiento un permiso que no existe. De hecho, esta es una de las reivindicaciones de la plataforma Salvemos el directo, que lucha desde otras ciudades (en la Bahía y el resto de España) por conseguir una modificación de la normativa. «Eso son palabras mayores», dice Millán, que asegura que su intención es antes negociar con el Consistorio un hueco legal para este tipo de espectáculos. Según advierte, es algo que ya ha ocurrido en otras ciudades como Barcelona, donde movimientos hermanos han logrado establecer en las ordenanzas municipales un tipo de Bar Musical con Música en directo, una tipificación que permitiría solucionar el problema. Los interesados pueden adherirse a la campaña en http://www.salvemoseldirecto.tk/

apaolaza@lavozdigital.es