ESPAÑA

«Una fraternidad de armas»

Nicolas Sarkozy hace de la lucha contra ETA el principal nexo de unión entre ambos países

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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«Como ministro del Interior aprendí a conocer a sus compatriotas luchando juntos contra el terrorismo de ETA; siento una verdadera fraternidad de armas y deseo hacer todo lo posible para que España y Francia, dos grandes naciones con una cultura universal que tanto han aportado a Europa y al mundo, unan sus fuerzas en los combates del mañana».

Fue un brindis largo y emotivo el que pronunció el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, durante la cena de gala del Palacio Real. En realidad, un discurso en toda regla cargado de loas a España en el que expresó su firme deseo de conferir un nuevo impulso a las relaciones entre ambos países y proclamó su «inclinación natural», como Stendhal, a la «nación española».

Sus elogios se redoblaron cuando glosó la figura de su anfitrión, el Rey Juan Carlos: Francia le ha rendido homenaje, le ha acogido en tres ocasiones en visita de Estado, es para ella un honor contar con usted entre los miembros del Instituto, ha sido el primer soberano extranjero que pronuncio un discurso ante la Asamblea Nacional». «Usted encarna personalmente los lazos que unen para siempre a nuestros dos países», enfatizó Sarkozy al inicio de su salutación.

Nunca un presidente francés se mostró tan afectuoso con sus vecinos del sur. Sarkozy dejó claro que su sentimiento de amistad se remonta a la época de José María Aznar, con quien «intensificó» la lucha contra el terrorismo.

«Con José Luis Rodríguez Zapatero seguiremos por la misma senda mañana [por hoy] en la cumbre hispano-francesa; no bajaremos la guardia frente a esta lacra, ya sea el rostro odioso de ETA o el de Al-Qaida, puesto que es nuestro deber proteger a los ciudadanos, hacer justicia a las víctimas y preservar las democracias que tenemos el honor de representar», proclamó el mandatario francés. «Y, al final, venceremos», añadió.

Pero, más allá de su actitud en la lucha contra el terrorismo, Sarkozy alabó el compromiso de España con Europa y su «dinamismo económico».

En este punto, su intervención convergió con el discurso que previamente había pronunciado Don Juan Carlos. El Rey agradeció a Sarkozy sus gestiones para que España pudiera participar en las reuniones del G-20 y su «esfuerzo para que se reconozca el papel que nuestro país puede y debe desempeñar en la definición del nuevo orden económico y mundial».

También el Monarca español se congratuló de la «ejemplar cooperación policial y judicial» de Francia y reclamó que se haga un trabajo conjunto para que Europa «gane en eficacia y visibilidad».