Isabel II, sin asiento de palco
Actualizado: GuardarNo hay que hacer muchos cursillos de protocolo para saber que a la reina no se le puede hacer un feo. Compuesta y sin trono se quedó el otro día Isabel II de Inglaterra cuando fue a los caballos al hipódromo de Newbury y se encontró sentado en el palco real a un tipo al que no conocía de nada. El individuo era un agente de seguros que celebraba su 60 cumpleaños con su esposa y que había pagado más de 11.000 euros por alquilar hace casi un año este privilegiado asiento para ver correr a su caballo. Así que a la reina no le quedó otra que «sufrir la ignominia de pasar el día en el palco de los invitados», relata con dramatismo la prensa británica.