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Compañeros de Camps consideran que está «políticamente muerto»
Rajoy defiende al 'barón' valenciano, pero dirigentes del PP le reprochan que haya mentido sobre su relación con Álvaro Pérez
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLos compañeros de partido de Francisco Camps lo ven «políticamente muerto» y sin posibilidad de salir vivo de las revelaciones del 'caso Gürtel'. Las últimas noticias, que recogen conversaciones del presidente valenciano con el empresario de Orange Market Álvaro Pérez, grabadas con permiso judicial, han dado al traste con el último atisbo de confianza que conservaba entre sus correligionarios, porque todos los dirigentes consultados se sienten engañados por el 'barón' valenciano.
El coste político de su cariñoso diálogo con el socio de Francisco Correa, jefe del entramado corrupto, ha arruinado el crédito del dirigente valenciano. «Nos ha engañado a todos», aseguraron desilusionados algunos de sus últimos valedores tras comprobar su estrecha relación con el empresario acusado de corrupción. La convicción es que el prestigio del presidente autonómico está «por los suelos» y se ha convertido ya en un cadáver político sin posibilidad de redención.
Aunque los últimos datos conocidos sobre los posibles regalos de Pérez a Camps y su familia no tengan consecuencias jurídicas en el proceso que sigue el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, todos en el PP piensan que el coste en términos de imagen política es enorme y no dudan de que tendrá consecuencias irreparables.
«De esto ya no le salva nadie, porque se ha demostrado que ha mentido y eso es demoledor», alegan quienes sostienen que ni siquiera el presidente del partido puede hacer nada por su 'barón' favorito hace apenas seis meses.
Nadie espera que la dirección nacional exija la dimisión del presidente valenciano, y Mariano Rajoy siga defendiéndole de puertas afuera. «No va a hacer nada, pero tampoco está en sus manos reparar el daño causado», alega un dirigente del sector crítico que en esta ocasión coincide con los planteamientos de la dirección. En su visita a Barcelona para participar en la celebración de la festividad de Sant Jordi, el presidente del PP reiteró su «absoluta confianza» en Camps. «No ha recibido ningún traje, es una persona absolutamente honesta», señaló. «Creo que afecta a la inteligencia decir que alguien se va a vender por tres trajes», añadió.
Los populares creen que Camps se equivocó de estrategia cuando estalló el escándalo y se conoció que el juez Baltasar Garzón investigaba si había recibido dádivas de Orange Market. Sus compañeros mantienen que tenía que haber dicho la verdad en el primer momento, haber reconocido los regalos y alegar su estrecha relación con Álvaro Pérez para justificarlos desde un punto de vista personal.
Eso le permitiría defender su honorabilidad e inocencia y negar cualquier trato de favor a la espera de los resultados de las actuaciones judiciales. En todo caso, podría refugiarse en el abuso de confianza de quien creía que era su amigo. Pero siguió un camino distinto, y le reprochan haber negado los hechos y restado importancia a su amistad con el empresario cuando después se ha sabido que se trataban con una cierta intimidad. «Ha sido una mentira que ahora ha quedado al descubierto», alegan.
En el PP temen que habrá todavía nuevas revelaciones y datos que confirmen los autos del juez Garzón, informaciones procedentes de documentos y grabaciones policiales. «Paco tiene una situación muy difícil y no podrá superar políticamente esta carga, porque está enormemente debilitado a causa de las luchas internas con el sector de Eduardo Zaplana y la crisis económica en la Comunidad Valenciana», dice un parlamentario.
Más allá de la conflictiva situación de la política autonómica, la dirección del partido está preocupada por las consecuencias electorales del 'caso Gürtel' en la Comunidad Valenciana. «No hay duda de que Paco ha hecho el ridículo y lo que ha pasado puede retraer a nuestro electorado en las elecciones europeas, donde no funciona el sistema proporcional y todos los votos cuentan», afirma un miembro del equipo electoral.
«Amiguito»
El lenguaje utilizado por el presidente de la Comunidad Valenciana en la llamada telefónica a Álvaro Pérez que grabó la Policía no sorprendió a sus compañeros de partido. «Es una típica conversación de Camps», afirmó un diputado valenciano en los pasillos del Congreso. Otro parlamentario de la misma procedencia explicó que en su comunidad no es extraño ese tono cariñoso.
Otro político popular confiesa en privado que una llamativa frase del presidente al empresario no le extraña, pues se la ha escuchado en otras ocasiones. «Te quiero un huevo», acostumbra a confesar a sus amistades el presidente de la Generalitat, según distintas fuentes.
Los parlamentarios populares sufrieron ayer las bromas de compañeros de hemiciclo que les saludaron con el término que empleó Camps para dirigirse a Pérez. «Hola amiguito» fue el grito de guerra en los pasillos del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Según testimonios recogidos en las filas del PP, el diminutivo es uno de los apelativos cariñosos que le gusta emplear al político valenciano con cierta frecuencia.
Y los correligionarios del presidente valenciano se mostraron preocupados por la categoría del regalo que, al parecer, habría ofrecido Pérez a la esposa de Camps, una pulsera que la destinataria devolvió al empresario.
Fuentes populares identificaron como Peter Romero a la persona de ese apellido al que se refiere el presidente de la Generalitat en su conversación telefónica. Es uno de los hispanos más influyentes de Estados Unidos, fue asesor de Bill Clinton, formó parte del equipo de campaña de Barack Obama y, en la actualidad, es consejero de Stanford Financial Group, con sede en Houston y Miami.