Que den facilidades

Todo lo que sube, baja. Después del alza hasta casi el triple, los precios de la vivienda van lógicamente bajando de modo acelerado en búsqueda de un cierto equilibro. Esa subida sin precedentes no se debió a una catástrofe natural, sino a la confabulación de especuladores en torno a este artículo de primera necesidad. Con razón ha contestado el Ministerio que se acojan a venderlos como de protección oficial. Si se quejan, como hacen esos indignos ladrilleros, de la competencia desleal de los bancos, que hagan como ellos: rebajen hasta el 30% o más los pisos, y den facilidades..