El maratón electoral

Al aspirar a su independencia, la India siguió el modelo británico, su colonizador durante una centuria. Pero el país es un enrevesado entramado de visiones culturales, una rica historia de conflictos y una dinámica de tensiones sobre su futuro que quedan reflejados en su complejo sistema electoral.

714 millones de indios están llamados a las urnas en los ya conocidos como los mayores comicios de la historia. En 828.804 colegios electorales distribuidos por todo el país, se votarán a 5.000 candidatos de siete partidos políticos nacionales y varios partidos estatales y de otra índole.

La primera fuerza parlamentaria es el Partido del Congreso, el más antiguo y el que ha controlado el poder durante casi toda la historia del país. La formación encabeza la coalición gobernante Alianza Progresista Unida (UPA) de la última legislatura y aspira a la reelección del actual primer ministro, Manmohan Singh. Le sigue el Partido del Pueblo Indio (BJP) de Lal Krishna Advani. Entre los partidos minoritarios están el Partido Comunista de India, Janata Dal-United, Samajwadi, o Bahujan Samaj, liderado por Mayawati Kumari.

Con el fin de designar a los 543 diputados de la Asamblea que van a representar a los 35 Estados territoriales indios, las votaciones se dividen en cinco fases. La primera comenzó el pasado 16 de abril. La segunda etapa se inició el 23 de abril mientras que una semana después, el 30 de abril, se llevó a cabo la siguiente. La cuarta y quinta fases tuvieron lugar el 7 y 13 de mayo respectivamente.

El escrutinio final está previsto para el próximo 16 de mayo. Ese día se espera que la Comisión Electoral anuncie los resultados definitivos, tras los que se auguran intensas negociaciones para formar Gobierno: al no haber un partido mayoritario dominante, el que gane tendrá que mantener coalición con al menos una decena de grupos, establecidos sobre la base de pactos horizontales y verticales, con regiones y entre castas. Una tarea nada fácil.