Economia

El Banco de España insta fusiones y cierre de oficinas para afrontar la crisis

Fernández Ordóñez y Elena Salgado acuerdan sacar adelante el fondo de recapitalización de bancos y cajas

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Cierre de oficinas, ajuste de redes y fusiones o alianzas «no dirigidas» son las fórmulas que recomienda el gobernador del Banco de España para que las entidades de crédito nacionales hagan frente a la nueva fase de la crisis financiera ya en marcha, que en su opinión les afectará de lleno. Con la morosidad disparada y el negocio en plena contracción, es casi seguro que estas actuaciones no resulten suficientes, y que los recursos atesorados por los Fondos de Garantía de Depósitos se queden cortos. Por eso, Miguel Ángel Fernández Ordóñez prepara una etapa de 'rescates' y ya ha acordado con la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, poner en marcha cuanto antes un fondo de intervención -dotado con una cifra de hasta 30.000 millones de euros-, que permitirá operaciones «de emergencia» sin necesidad de convocar previamente al Consejo de Ministros.

El gobernador intervino en la apertura del 'Encuentro financiero', organizado por el diario ABC y la consultora Deloitte, y aprovechó la ocasión para alertar de los riesgos a los que han de hacer frente las entidades. Las cuentas de resultados se ven presionadas a la baja, y «no parece razonable esperar que el estrechamiento de los márgenes se pueda ver compensado con mayores volúmenes de actividad», observó. Reconoció que la actividad de prestar dinero va a estancarse e incluso descender.

Mientras el negocio merma, la morosidad crece, añadió. Admitió que la rebaja de tipos de interés supone un alivio para las familias, y reconoció que el Banco Central Europeo seguirá recortando el precio del dinero, pero puntualizó que el tiempo de vacas flacas va a prolongarse bastantes trimestres. Por eso, el gobernador, muy en su papel, aconsejó a bancos y cajas «discriminar entre clientes, seleccionarlos con máxima cautela y diferenciar apropiadamente los tipos de interés que se aplican a cada uno de ellos». Y a las entidades que han optado o piensan decantarse por diversificar su negocio, les advirtió que han de extremar la prudencia.

Fernández Ordóñez puso el mayor énfasis en aconsejar «un esfuerzo de gran calado en reducción de costes», pero reconoció que no va a suponer la «tabla de salvación». Por eso, y con carácter general, sugirió al sector emprender procesos de reestructuración para ajustar tamaño aprovechando economías de escala. Son las palabras que utiliza el gobernador para referirse a absorciones y fusiones. Incluso recordó que España ya cuenta con experiencias de este tipo «que han desembocado en modelos de negocio muy exitosos», en clara alusión al proceso que dio lugar al nacimiento de los dos 'gigantes' financieros.

Reducir capacidad

El vicepresidente segundo y primer ejecutivo del Santander, Alfredo Sáenz, reconoció que, en el caso de España, «la capacidad instalada tiene que ajustarse» para dar lugar a un sistema financiero «con menos entidades y oficinas». Aunque coincidió con el mensaje del gobernador, el directivo centró su intervención en la 'hoja de ruta' a seguir para evitar los errores que han conducido a las puertas del colapso al sistema financiero mundial.

Para el consejero delegado del Santander hay que evitar a toda costa el agravio comparativo de que los bancos saneados con ayudas públicas compitan en igualdad de condiciones. Otros bancos y cajas compartieron con Fernández Ordóñez la necesidad de una profunda reestructuración sectorial.

El consejero delegado del Popular, Roberto Higuera, adelantó que la entidad ha reducido setenta oficinas en lo que va de año, y directivos de Caja de Ahorros del Mediterráneo, Ibercaja, BBK, Caja España, Caja Navarra y Caixa Catalunya admitieron, con matices, que hay que recomponer el modelo de negocio sobre la base de mayor eficiencia.

Entre las cajas, el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, aportó el primer buen dato que en términos de morosidad arroja ese subsector. En marzo, la proporción de dudosos de se quedó en el 4,65% del riesgo crediticio, una tasa ligeramente inferior al 4,85% registrado en febrero.

El conocimiento de idiomas es un requisito exigido en un 26,64% de las ofertas de empleo cualificado, siendo el inglés la lengua más demandada por las empresas de nuestro país, según Infoempleo.com.

El incremento de la movilidad de los trabajadores, la globalización de las empresas y las fuertes migraciones son los factores que han contribuido a aumentar progresivamente la demanda de idiomas en el conjunto de la oferta de empleo.

En relación a esta tendencia, la presidenta de Infoempleo.com, María Benjumea, valora el conocimiento de idiomas como «una parte fundamental de cualquier perfil profesional, que constituye un elemento diferenciador y aporta un valor añadido al trabajador y que, en igualdad de condiciones, puede ser clave a la hora de que una empresa se decante por una u otra candidatura». El estudio también señala que el inglés está presente en un 74,57% del total de ofertas que requiere a sus candidatos el conocimiento de idiomas, seguido por el francés, con un 6,84%, y por el alemán, con un 6,55%.