El esperpento según Rafael Azcona
| BILBAO Actualizado: GuardarDon Estrafalario, don Friolera, Juanito Ventolera y Pachequín cobraron vida ayer en las calles de Málaga. Una procesión de cómicos armados de corneta y pancarta anunciaban el estreno en las salas este viernes de Esperpentos. El guión póstumo de Rafael Azcona adapta la trilogía valleinclanesca formada por Las galas del difunto, Los cuernos de don Friolera y La hija del capitán.
Dirige su compañero de café y tertulia José Luis García Sánchez, que pone a literato y guionista a la misma altura: «Valle llevó el teatro hasta sus últimas consecuencias y Azcona ha subido un escalón adaptándolo al cine. Son los dos escritores españoles más importantes del siglo XX; uno inventó el esperpento teatral y otro el cinematográfico». La plana mayor del cine español -Juan Diego, Juan Luis Galiardo, Pilar Bardem, Adriana Ozores- protagoniza un filme orgulloso de su material de partida.
«Valle tenía una visión lúcida y humorística de la sociedad española en sus deformidades, de ahí el carnaval, porque sólo con caretas se podía soportar», observa el director. Tras las adaptaciones de los 80, el último cine español ha prescindido de sus tesoros literarios. García Sánchez sabe que juega a contracorriente. «La sociedad española no respeta la cultura, está bajo mínimos, quizá porque en otra época fue pobre y analfabeta. Ahora nos toca hacer de misioneros».
Autor de veinte largometrajes, el ganador del Oso de Oro en Berlín con Las truchas ha tardado siete años en sacar adelante Esperpentos. «Aunque parezca mentira, en España es casi imposible hacer la adaptación de un clásico. El mercado está viciado porque el público culto va poco a las salas y ve menos el share televisivo». En ningún momento se le pasó por la cabeza trasladar el original literario a una actualidad que también proporciona material para el esperpento.
«Es una suerte que ya no existan soldados de reemplazo pobres de solemnidad ni sargentos obsesionados por saberse cornudos. Los dos hechos definitivos que traen la modernidad a este país son la incorporación del mujer a la vida social y la desaparición de los militares golpistas». García Sánchez admite que la edición en libro del guión de Esperpentos le hubiera traído al fresco a Azcona: «Decía que editar un guión era una tontería, que para eso te compras el DVD».