FAMILIARES. Allegados al condenado pidieron ayer de nuevo respeto por sus tradiciones. / M. GÓMEZ
Ciudadanos

El marido de la menor mauritana niega que la violara y pide su salida de prisión

El Moctar reivindicó su inocencia ante la Audiencia Provincial, en una vista en la que rechazó que tenga intención de fugarse de España

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«Soy inocente de todos los cargos, no soy un violador, porque la violación es cosa de animales y yo no soy un animal». Con estas palabras se defendía una vez más ante el tribunal de la Audiencia Provincial, El Moctar Ould Abderrahmane, el marido de la menor mauritana de Puerto Real que lo denunció en 2007 por agresión sexual, y que se encuentra en prisión preventiva desde entonces. A pesar de estar ya condenado a 13 años de cárcel, El Moctar volvía ayer a comparecer ante el tribunal para pedir su puesta en libertad, a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la sentencia.

Como en ocasiones anteriores, el marido de la menor estuvo arropado por más de una veintena de familiares procedentes de Mauritania, entre los que se encontraban también la madre y el padre de la menor. Ambos están igualmente condenados en la causa, pero gozan de libertad con cargos, ya que el mismo tribunal que celebraba ayer la vista autorizó la medida el pasado martes.

Ahora, los magistrados de la Sección Tercera deberán decidir si ponen también en libertad al marido de la pequeña de 16 años, después de haber oído los argumentos de la defensa, de la Fiscalía y el alegato del propio El Moctar, que habló en último lugar con las palabras más vehementes, traducidas al español desde su lengua materna.

En su discurso, el condenado se declaró en todo momento «inocente» y garantizó que no tiene intención de fugarse. También volvió a acusar a la menor -a la que no ha renunciado a llamar «mi mujer»- de haber «mentido» y de «aceptar regalos» suyos, como «prueba de amor». No olvidó hacer mención a la familia española de acogida, que según él «la empujó a denunciar» y «a llevarme donde estoy». Y aunque se dirigía al tribunal, El Moctar también instó a la menor (que no estaba presente en la sala) a que «si quiere divorciarse sólo tiene que pedirlo, si quiere casarse con otro hombre o con otra mujer, como hacen aquí». Una punzante referencia al supuesto enfrentamiento de culturas que los familiares del condenado afirman se está dando, y que ayer volvieron a proclamar con carteles y lemas de «respeto por nuestras tradiciones». Con el afectado discurso cultural, El Moctar dijo sentirse «muy orgulloso de ser mauritano y musulmán» y aseveró: «Si mi delito es casarme con una chica de 14 años, lo admito, porque lo permite mi cultura, mi religión y mis costumbres». Sabe que no es ese el delito, sino la violación, por lo que aclaró: «Nunca la obligué a nada, no soy un animal y la violación es cosa de animales».

Riesgo «elevado» de huir

Antes de la intervención de El Moctar, tomaron la palabra el representante del Ministerio Público (que sustituía ayer a la fiscal Lorena Montero -responsable de la acusación en el proceso-) y el abogado de la defensa. El fiscal insistió primero en la necesidad de que El Moctar permanezca en prisión, ante el «evidente riesgo de fuga», que se ha visto «elevado especialmente por la gravedad de la pena» de 13 años de prisión. Aunque curiosamente apenas hizo mención al peligro de que el acusado ataque a la pequeña si es puesto en libertad. A pesar de que éste ha sido, hasta ahora, punto fuerte de los dos recursos presentados por la Fiscalía para pedir la cárcel de los padres.