Rato mató a Míster Smith

Adam Smith ha muerto. El mercado ha matado a Adam Smith. Y Rodrigo Rato certificó su defunción durante una conferencia el pasado viernes en Cádiz. El que fuera director del Fondo Monetario Internacional aseguró que «la autorregulación ha cometido errores» y que «la búsqueda del propio interés no ha funcionado». Total, que llevamos 230 años equivocados. Bueno, eso los anglosajones, especialmente los puritanos. Eso del propio interés tardó en cuajar en la sociedad española, que solía moverse -sub fusta- para el interés de sólo unos pocos. ¿Y ahora qué? Pues ahora dice Rato que para arreglar este sindiós de crisis tienen que intervenir los estados. Podría pensarse que lo que el madrileño quiere decir es que el libre mercado es estupendo mientras unos cuantos se forran hasta la inmoralidad y que cuando ya se lo han llevado todo es el sector público el que tiene que reponer los dineros que faltan.

Otra posibilidad es que le haya dado una levantera y se haya hecho socialista de carné y todo. Mira el Rodrigo, qué cachondo el tío. Pero hay una tercera vía (esto me suena a mí, dirá Tony Blair cuando lo lea): que el muchacho quiera decir que el modelo actual ha quebrado porque era imperfecto. Ah, así que era eso, pues empiece por ahí. Señala errores en la supervisión del sistema y en su regulación. Bueno, dice que los hay, pero no cuáles, lo que le agradezco sobremanera porque así no me veo obligado a explicárselos a usted, que a estas alturas ya habría dejado de leer. «Nuestras ideas tendrán que evolucionar», le dijo al término de la conferencia a toda la plana mayor del PP gaditano, presente en el acto (con perdón). Así que el capitalismo se tendrá que reinventar. El actual ha muerto. Kaputt. Y el comunismo también murió. ¿Queda alguien ahí fuera?