El ICO avalará 3.000 millones para que las pymes cobren obras municipales

El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, anunció ayer que el próximo Consejo de Ministros aprobará una línea de avales para garantizar que autónomos y pymes puedan cobrar inmediatamente los servicios o las obras que prestan a los ayuntamientos. Zapatero auguró que con esta nueva medida se conseguirá el «pronto pago» y se favorecerá a las empresas, ayuntamientos y también al sistema financiero.

El jefe del Ejecutivo explicó las características del próximo acuerdo: «Una línea extraordinaria de avales a través del ICO, dotada con 3.000 millones de euros, con el que vamos a garantizar el oportuno cobro de las facturas endosadas por las empresas y autónomos a obras y servicios municipales».

El líder del PSOE reclamó la colaboración de los ayuntamientos en el acto celebrado en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, donde se dieron cita 2.000 alcaldes y concejales para festejar el XXX aniversario de los municipios desde la reinstauración de la democracia. «Los ayuntamientos son los grandes aliados para crear empleo y combatir la crisis económica», declaró el jefe del Ejecutivo, tras evocar el éxito del Fondo de Inversión Local que contempla dotaciones presupuestarias de 8.000 millones de euros para que los municipios puedan crear 400.000 empleos.

Apoyo municipal

Los alcaldes le dieron cumplida respuesta. Entre ellos Pedro Castro, regidor de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, que se mostró tajante. «Necesitamos financiación», dijo, y sugirió además la posibilidad de que se ponga en marcha un segundo fondo de inversión local si la buena gestión del primero así lo aconseja. El presidente del Gobierno no asumió públicamente ese compromiso. Aunque prometió reformas en el sistema de allegar recursos de las corporaciones locales, tampoco precisó en qué sentido se acometerán los cambios.

Pero el jefe del Ejecutivo no sólo habló del dinero para salir de la crisis. Apostó por un nuevo modelo urbanístico basado en la sostenibilidad y, en consecuencia, condicionó las líneas de ayudas económicas a actuaciones ligadas al ahorro energético y la economía verde. En lugar de la expansión urbanística optó por la rehabilitación de los barrios y viviendas. Zapatero defendió la inversión de las administraciones y el mantenimiento del gasto social como soluciones para combatir la crisis, al tiempo que advirtió de las consecuencias que tendría para España aplicar las medidas del Partido Popular basadas en la disminución del gasto público: «Si aplicamos la receta de Rajoy de reducir el gasto público todas las factorías del automóvil de este país tendrían que cerrar porque no podrían recibir las ayudas públicas».

«El Gobierno está desplegando ante la crisis todos los medios y recursos de los que dispone, que no son infinitos», reconoció. Y argumentó que cuando la iniciativa privada se encuentra en situación de debilidad por los problemas del sistema financiero mundial, el único método para movilizar recursos es el gasto público. Lamentó que «el único partido en el mundo que cínicamente» plantea el recorte del gasto de las administraciones es el PP. Y denunció que, paradójicamente y con «una hipocresía intolerable», los presidentes de comunidades autónomas y alcaldes populares y siguen pidiendo al Estado más dinero.