La imaginación
Actualizado: GuardarEn Cádiz la gente se imagina cosas así porque sí. Hace unos días un periodista de La Voz publicaba que las obras del aparcamiento subterráneo de Canalejas estaban paradas y tuvo que salir rápidamente el Ayuntamiento de Cádiz para decirle que no era así, que era un hombre de poca fe y que lo que había sufrido era un espejismo después de haberse comido una tapa de huevos rellenos en el Bar Bahía. Los huevos rellenos tienen estas cosas.
La cosa está fatal porque no sólo el periodista ha visto que allí no se mueve un obrero ni para sacarle brillo al cartel del portentoso plan de aparcamientos municipal. Hay mucha gente que ha tenido la misma alucinación y aseguran que allí más que se mueve tierra cuando hace levante. Menos mal que el Ayuntamiento de Cádiz Sí ha dicho que sí, que allí sí hay obras, pero que los obreros van tan rápidos que ni se les ve.
Pero es que hay otro grupo de ciudadanos que tiene alucinaciones por La Alameda. Será, esta vez, que se han comido tres o cuatro tapas de la ensaladilla de pulpo del Balandro y de lo bien que se quedan, como empulpados, sueñan con que las obras de las bandas de alquitrán que han puesto allí están paradas. Y no es así, también lo ha dicho el Ayuntamiento de Cádiz Sí, lo que ocurre es que el tráfico se desvía para que la gente vea más cerca los barquitos que entran en el muelle. También es verdad que la gente es muy impaciente, porque el alquitrán tiene que cuajar como los flanes de coco y por eso llevan varios meses sin hacer nada, pero de obras paradas, vamos, nada de nada. El día que cuaje el alquitrán coincidirá con el Bicentenario...el bicentenario del día en que el hombre piso por primera vez la luna.
La cosa no sólo afecta a los vecinos de la Alameda. Recordarán que hace unos meses unos vecinos del Mentidero dijeron que el pabellón del casco antiguo habían tardado en hacerlo siete años, pero ha valido la pena porque el Ayuntamiento colocó un sistema de duchas por agua de lluvia que hasta Rodrigo Rato, el que habla de la crisis como si él no tuviera nada que ver, lo puso de ejemplo como sistema ejemplar de ahorro de agua.
No me quedo ahí. Otros gaditanos han visto cómo los del hotel del Valcárcel dicen que allí en 2012 la única habitación que funcionará será la del guarda, eso sí con televisión y minibar y hasta bocadillo de tortilla, que se lo compra, muy bueno por cierto, en El Periquito.
Muchos gaditanos alucinamos porque pensamos que ahora pagaremos el descarado parón que le dio a ese proyecto María Chillíos por el simple hecho de que era una idea de Rafael Román, candidato a la Alcaldía por el PSOE. Por lo visto los del PP se creen que en La Viña seguiremos toda la vida viviendo de proyectos C + P (caballas + piriñacas).
Pero la imaginación se dispara por todos sitios y avanza sin pausa por los baches del Campo del Sur. Empezamos a imaginar que lo de entrecatedrales, con un peaso de palio que para sí lo quisiera Virgencita del Rosario, empieza a quedar... como entrerarito, por decir algo. Pero yo creo que deber ser del gallo rebozao de Pelayo o de las albóndigas del Malagueño que me puse hasta el mismo niño que toca la campana del Santo Entierro de ellas el Viernes Santo...y es que a mí lo de la muerte de Jesús me estresa mucho.
Los gaditanos imaginamos mucho, tenemos alucinaciones, cualquiera sabe causadas por qué virus que se arrastra por las alcantarillas construidas en tiempos de Carlos Díaz. Menos mal que siempre está nuestro Ayuntamiento de Cádisi para sacarnos de esos malos pensamientos y demostrarnos con hechos y con Onda Pocavergüenza Cádiz que nos equivocamos. Fijaté que me ha dado por imaginar que un día se descubre lo que se están gastando en la famosa emisora. Ese día vamos a alucinar, pero en colores. Los gaditanos sufren alucinaciones y la Junta no hace nada, que convoquen elecciones y venga Arenas, que ése es el único que puede terminar con esto... bueno con esto y con todo lo demás.