«La satisfacción llega al ver jugar a los tres»

Pocas esperanzas le dieron los médicos a Guillermo de disfrutar de sus hermanas, unas mellizas que finalmente han transformado su vida y la de sus papás, Javier López y Raquel Martínez. De la noche a la mañana, se han transformado en familia numerosa.

De eso hace más de un año y ahora disfrutan de sus tres hijos, aunque tal y como reconoce Javier: «Hay ocasiones en las que resulta una auténtica paliza, claro que la recompensa está en cuando ves a los tres jugando en el salón».

Ambos son profesores de Secundaria y han aprendido a compaginar su vida laboral con la familiar, algo que también pueden hacer gracias a los abuelos: «que nos echan una mano para que los tres podamos comer a la misma hora», afirma Raquel.

Lo que más les llamó la atención cuando Raquel se quedó embarazada de nuevo fueron algunos comentarios: «Había personas que no tenían nada que ver con nosotros y que al ver mi barriga y que ya teníamos un pequeño, nos asaltaban diciendo que ya hemos cumplido o que no se ocurriera tener más. Es algo que choca», asegura Raquel. Y es que, este joven matrimonio no está cerrado a la posibilidad de que «vengan más hijos». «Porque aunque es algo de lo que hablas, simplemente es tan sencillo como que seremos los que tengan que venir».

Marta y Belén llegaron con dificultad al mundo recuerda la propia Raquel: «Resultó un embarazo muy complicado y nos dieron muy pocas esperanzas de que llegara a buen término, de hecho nacieron a los seis meses y medio y Belén con sólo 800 gramos».

Vivían en el hospital hasta que al fin llegó el día en el que Guillermo, con tan sólo tres años, conoció a sus hermanas. «De repente somos cinco y con tres niños pequeños, el trabajo se multiplica. Pero para nosotros ha sido un milagro la llegada de nuestras mellizas y ahora Guillermo quiere tener dos hermanos. Se creen que vienen de dos en dos», bromea Javier.