Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Un espacio para la locura

Los jerezanos Joker afrontan una nueva etapa con la edición de su maqueta 'Black Milk', un disco que bucea en las raíces del rock y no se olvida de las letras comprometidas

ANA LEÑADOR
Actualizado:

Como muchas otras bandas de la escena local, Joker nació en las aulas de un instituto. Sus miembros fundadores, de los cuales sólo queda su guitarrista, dieron forma a esta banda al tiempo que compartían experiencias e influencias en los cambios de clase. Durante aquellos años contaban con la suerte de tener una nave donde poder ensayar y tocar para sus amigos. Así, su pasión por la música y su deseo de dejar constancia de su talento les llevó a constituir esta joven formación. En un principio, cantaban en español y se dejaban seducir por el influjo del brit pop de Oasis y Blur. Más tarde, la marcha de uno de sus integrantes provocó un giro en la banda que les llevó a componer letras en inglés y bucear en las raíces del rock, el blues que nació entre los campos de algodón del sur de Estados Unidos. «En aquel momento, empezamos de nuevo y nos metimos en el estudio a grabar una nueva maqueta», que sería la primera para la actual formación -tienen otras tres anteriores-. De ahí salió Black Milk, algo así como «leche corrompida», explica Manuel, guitarrista de Joker. «Hay gente que aparentemente ha vivido lo mismo que tú pero se convierte en corrupta, se vuelven tiranos, como si hubieran tomado otra leche, una leche corrompida», apunta el músico, que reconoce que a las letras de sus canciones no les falta el componente sociológico y la necesidad de remover conciencias. Igual que al nombre de la banda, que hace alusión a la parte irracional y de locura que esconden todas las personas.

Aunque la maqueta ha tenido muy buena acogida, reconocen que la mayoría de la gente queda seducida por su directo. «Transmitimos mucha energía, todo el mundo nos lo dice», cuenta Manuel, «intentamos hacer un espectáculo muy visual». En cuanto al sonido, recoge también tintes del pop británico, el jazz o la psicodelia de los años 80. Por otro lado, existen temas, como King Lizard, que son un auténtico homenaje a los grandes genios del rock como Jim Morrison, otros que suenan a Black Sabbath o dejan atisbar el estilo de clásicos de los 60 y 70 como King Crimson. «Hacemos lo que nos apetece, tocamos muchos estilos». No obstante, Manuel confiesa que su artista fetiche es Jimmy Hendrix, «nunca me canso de escucharlo». Se trata de un «referente, que puso el listón muy alto con su voz y su guitarra».

Aun así, cada miembro del grupo tiene sus influencias. Mientras que Manuel reconoce escuchar mucho rock y blues sureño, a Mario, el bajista, «le encanta el punk y bandas como The Clash y Sex Pixtols», mientras que César, el batería, se decanta por la electrónica de Depeche Mode o el rock de Pearl Jam.

En cuanto a las posibilidades de triunfar con las que cuentan las bandas noveles, los músicos de Joker son conscientes de que las opciones son casi nulas. «Hay que ser realistas, a día de hoy es imposible alcanzar la fama de los Rolling Stones», apostilla Manuel. «La música es un gran negocio y las empresas quieren ganar dinero, así que no apuestan por la gente joven y los grupos nuevos». En definitiva, «se venden cosas que enganchan fácilmente, porque la idea es ganar dinero rápido». Así, reconocen que las bandas noveles se ven abocadas a buscarse la vida. «En Andalucía hay cosas muy buenas pero otras dejan mucho que desear. En el ámbito cultural, se le da más importancia a estilos como el flamenco. Es una pena porque hay artistas muy buenos, muy buena cantera pero no se promociona lo suficiente, algo que no ocurre en comunidades como Cataluña, donde la Generalitat apoya mucho la cultura».

Como suele ser habitual, los chicos de Joker están en permanente contacto con otras formaciones de rock gaditanas. «Casi todos nos conocemos y nos apoyamos», apuntan. Así, reconocen que hay grupos como Kool que tienen mucho nivel, igual que los jerezanos Neuman, que cultivan un «rollo más británico». En este sentido, aunque la situación para las bandas locales no es favorable, aplauden iniciativas como la de la sala Extrarradio de Jerez, que llevan un mes y medio programando actuaciones todos los viernes. «Hay pocas salas de conciertos hoy en día y encima los ayuntamientos las cierran», apostilla este guitarrista. «No se dan cuenta de que la música en directo mueve mucha gente».

Una amarga decepción

En este sentido, lamentan la clausura de locales míticos como La Guarida del Ángel, ahora reconvertida en Lalola, sala que regenta en Jerez David de María junto a otros artistas. «Antes celebraban un montón de conciertos allí, además del certamen 6 Grupos 6 de Sony», recuerda Manuel, concurso musical que ganaron hace algunos años pero que les reportó una gran decepción. «Fue un engaño. Grabamos nuestra maqueta Viaje a través del espejo pero querían que firmáramos un contrato por el que se quedaban nuestros derechos de manera indefinida y nos negamos, era como si pasáramos a ser sus esclavos».

No obstante, pese a las vicisitudes, desde Joker aseguran que «no hay droga que supere la sensación de tocar sobre un escenario». Aun así, «a veces te planteas si es rentable gastarte el dinero en comprar instrumentos». Y es que Manuel es un enamorado de las guitarras antiguas y posee también «un par de amplificadores de 1952 y 1962». Por el momento, venden sus discos en cada concierto, al módico precio de dos euros. «Artic Monkeys empezaron regalando sus maquetas en las actuaciones y colgándolas en internet y mírales ahora», afirma. De todas formas, sostienen que la gente en Cádiz todavía no está acostumbrada a pagar por la música, algo que en capitales cercanas como Sevilla sí se da. «Allí nadie tiene ningún problema por pagar cinco euros para entrar en una sala y ver un concierto de un grupo que no conoce».

Aseguran que ya tienen material nuevo, canciones inéditas que presentan en cada una de sus actuaciones. «Queremos meternos al estudio pronto». Mientras tanto, invitan a todos los gaditanos a que comprueben la fuerza y la energía que derrochan en cada una de sus actuaciones.

alenador@lavozdigital.es