Mi amigo Juan Andrés
Actualizado: GuardarCreo que fue tu mano una de las primeras que estreché cuando llegué a Canal Sur, allá por el mes de marzo de 1991. Nos disponíamos a comenzar la programación de Semana Santa en la casa, con unas enormes ganas y una tremenda ilusión, la misma que tú tenías por empezar a contar cosas de cofradías en la emisora de Las Angustias. Por eso, aquella mañana primera, en el viejo estudio de amplia ventana y palquillo de invitados al exterior, tu voz fue la que sonó inconfundible para contarle a Jerez que, de la mano de Alfonso Cáceres y un desconocido Enrique Víctor de Mora, nuestra querida Estación de Penitencia plantaba la cruz de guía del amor a nuestras cosas en la carrera oficial de los sueños cofrades de Jerez. Y así, con los discos que Lola compró en Hipercor ese mismo día, con una lista echa en papel de cuaderno de colegio, salimos cada viernes de cuaresma y la semana antes de Semana Santa en formato diario. Te recuerdo siempre en absoluta disposición para cualquier grabación que se necesitara, ofreciendo tu voz portentosa y plena para llenarla de versos y de historias. Esa misma voz que me prestaste otras veces, cuando hube de necesitarla para alguna evocación poética. Te recordaré siempre en aquellos primeros años a pie de calle conmigo, en tantas salidas y recogías al alimón, o en aquel balcón, auténtico palco de privilegio que descubrimos frente a la puerta de Visitación, cuando las cofradías subían la calle Aire de entrada a la Catedral. Aquel enclave que nunca volverá y en el que siempre se nos recibió con las puertas abiertas por las dos encantadoras dueñas de la casa, doña Antonia y doña Mercedes. Tanto en la calle como en los estudios centrales, la Semana Santa de nuestra emisora llevaba como emblema tu voz inconfundible, ya fuera bregando en la muy noble y desordenada bulla como en la coordinación del equipo de retransmisiones. Siempre me halagabas diciendo que yo sabía mucho de hermandades, y yo te corregía dándote nombres de quienes eran y siguen siendo mucho mas sabios que yo, que sólo soy cofrade de a pie. Hoy, cuando te escribo estas líneas y pienso que la Cuaresma que viene cumplimos nuestros 20 años de cofradías, me embarga la emoción de saber que desde los estudios centrales de la Gloria vas a conseguir que hagamos una programación de lujo, que te la vamos a dedicar, y que cada noche diremos con orgullo que estamos hablando de Semana Santa desde los estudios que llevan tu nombre. Un abrazo fuerte. ¡Ah! y haz lo posible porque tampoco llueva las próximas Semanas Santas.