Duelo en Anoeta con el ascenso como único objetivo

La Real Sociedad y el Tenerife están obligados a ganar en Anoeta y esperar el fallo de los rivales directos que les preceden para seguir agotando sus opciones de luchar por ascender.

A fuerza de utilizar el calificativo «decisivo», este adjetivo ha quedado sin virtualidad alguna para definir los compromisos de un conjunto donostiarra que, después de haber empatado contra el Nástic y el Eibar, ve lejos la posibilidad de jugar en Primera. Los jugadores no lo quieren ver así y se plantean como factible ganar entre 7 y 8 partidos de los 10 que restan, por lo que todavía consideran al Tenerife un rival directo al que deben superar para seguir teniendo esperanzas.

Juan Manuel Lillo, criticado en los últimos encuentros, tiene problemas en defensa, porque a la baja de Mikel González por sanción se une Mikel Labaka con problemas físicos durante la semana y la apuesta defensiva tiene a Xabi Castillo en la alineación, a pesar del ostracismo que sufre desde que se conoce la posibilidad de que podría fichar por otro equipo la próxima temporada.

Más preocupante es la baja de Sergio Rodríguez porque aquí Lillo no tiene recambio y posiblemente el zurdo Moha ocupe una plaza en la parcela central. Agirretxe o Necati serán los acompañantes de Sebastián Abreu en punta de ataque.

El Tenerife, en racha

El Tenerife, por su parte, buscará continuar con la racha positiva tras trece jornadas en las que no conoce la derrota y, de paso, confirmar sus aspiraciones de ascenso ante un rival al que dejaría a doce puntos de distancia.

José Luis Oltra presentará su once de gala con el lateral diestro Marc Bertrán y el centrocampista reconvertido a central por Oltra, Manolo Martínez, después de haber cumplido su encuentro de sanción ante el Levante.