Sólo Messi llevaba pólvora a Getafe

El Barça no falla en su extenuante carrera en busca del triplete. Ganó por la mínima en Getafe, su territorio maldito, jugó con el resultado durante la segunda mitad, pero pudo golear en una primera parte primorosa en la que se estrelló ante el portero serbio Stojkovic. Hubo incertidumbre hasta el final pero la superioridad catalana fue incuestionable. Y nadie se puede quejar esta vez de un supuesto trato de favor de los árbitros, ya que al líder le escamotearon dos penaltis y le anularon mal un gol de Messi, el autor del tanto que puede valer una Liga.

Sin reservas. Guardiola sacó a toda su artillería y ordenó a sus hombres someter desde el primer minuto a su adversario. Ni el 1-1 de la ida, ni el recuerdo de la histórica remontada copera de los 'azulones', ni 'bestia negra', ni gaitas. El Barça es muy superior al Geta, se jugaba mantenerse como un líder sólido y no era cuestión de regalar nada. Desde el arranque se adueñó del balón, del juego, de las ocasiones, del partido.

Sólo el cancerbero fichado en el mercado de invierno por recomendación de Radomir Antic, ya que no contaba para Paulo Bento en el Sporting de Lisboa, mantenía la incertidumbre. En el período inicial realizó hasta cuatro intervenciones extraordinarias. Desvió un disparo a bocajarro de Henry nada más empezar y luego una chilena de Piqué. Más tarde, superó un mano a mano con el francés y cerró su portentosa actuación antes del descanso con una meritoria estirada para salvar una rosca envenenada de Messi, objeto de dos penas máximas por parte de Mario que Turienzo dejó sin sanción.

Guiado por el omnipresente Iniesta, el Barça era una máquina.

Con apenas un 25% de posesión, los madrileños se encomendaron a su portero y a la suerte. Criticó la grada, una vez más, a Víctor Muñoz. En este caso por dejar en el banquillo a Granero y alinear a Contra. Rectificó en la reanudación y mejoró su equipo, también ayudado porque los azulgrana bajaron ligeramente el ritmo y actuaron ya con un ojo en la portería rival y otro en la de Valdés.

Tardó de todos modos el guardameta catalán casi una hora en intervenir, para desviar un centro-chut de Manu. Bajo el diluvio, el choque fue decayendo en juego y ganando en emoción. Messi erró una chilena y marcó tras un rechace de Stojkovic, el gran Vladimir, a tiro de Keita. Si acaso, su fuera de juego era milimétrico. Eto'o también pudo sentenciar pero su tiro se fue a la cepa del poste. Animado porque le perdonaban una y otra vez la vida, el 'Geta' lo intentó hasta el final pero fue impotente. Por algo este curso lucha por la permanencia.