Libres a la espera del Supremo

Como en todo procedimiento judicial, la primera sentencia casi nunca se convierte en el final del camino, en la mayoría de los casos continúa en una prórroga de recursos y apelaciones que puede alargar la decisión final durante años.

En el caso de la menor mauritana, el camino se complica el doble, ya que la sentencia no ha gustado a ninguna de las partes: a la Fiscalía las penas les parece escasa (especialmente la que afecta al padre, condenado a un año y medio de cárcel). Y la defensa pide la absolución de los tres acusados.

Una y otra parte han apelado en ambos sentidos ante el Tribunal Supremo, que podría tardar un año en pronunciarse. Hasta entonces, los padres de la menor siguen en libertad. A menos que la Audiencia Provincial de Cádiz reconsidere su postura y los envíe a prisión preventiva.