Miguel Carcaño es conducido por miembros de la policía a los calabozos tras prestar declaración. / EDUARDO ABAD. EFE
ANDALUCÍA

Miguel Carcaño: «Yo sólo digo que la eché al contenedor»

El asesino confeso de Marta, que compareció ante el juez para recibir las cartas intervenidas en prisión, ratifica su versión de los hechos El hermano del joven pide someterse a un detector de mentiras

| SEVILLA Actualizado: Guardar
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Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, compareció ayer por cuarta vez ante el juez y ratificó que arrojó el cuerpo de la joven a un contenedor de basura. Esta vez no hubo cambio de versión: «Yo sólo digo que la eché al contenedor», aseguró. En la comparecencia recibió además las quince cartas que le habían sido interceptadas en la cárcel y que, según el juez, son irrelevantes.

Miguel C. D compareció ante el juez de instrucción 4 de Sevilla para la apertura de las cartas que ha recibido y enviado durante un mes en la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla), y que fueron interceptadas por orden judicial. Abogados personados en la comparecencia informaron a Efe de que el juez ha leído para sí la totalidad de las cartas -unas doce recibidas y tres enviadas por Miguel- y, tras constatar que contienen comunicaciones personales sin interés para la causa, se las ha entregado a su propietario sin notificar su contenido a las partes.

Aprovechando la comparecencia, el abogado del hermano mayor del presunto asesino, Francisco Javier D. M., ha pedido al juez que su cliente sea sometido a un polígrafo o máquina de la verdad para demostrar que no es cierta la imputación de que se quedó «limpiando restos y huellas» en el piso de la calle León XIII de Sevilla donde presuntamente se produjo el asesinato de Marta, el pasado 24 de enero.

Secreto de sumario

Las fuentes apuntaron que, al final de la comparecencia, el juez recordó a Miguel que «el cuerpo de Marta sigue sin aparecer en el vertedero» donde lo están buscando desde hace casi un mes, a lo que el imputado respondió: «Yo sólo digo que la eché al contenedor».

En ese momento, la defensora de Miguel recordó al juez que la comparecencia no era una nueva declaración y el acusado fue trasladado de regreso a la cárcel, donde permanece desde su detención el 14 de febrero pasado. La interceptación de la correspondencia de Miguel ha estado vigente durante un mes y es una de las partes que ha estado bajo secreto sumarial, junto a otras actuaciones que lo siguen estando y cuyo contenido solo conoce el juez y el fiscal. Entre las cartas devueltas se encuentra la que Miguel C. D. dirigió a su abogada y que dejó en su celda el pasado 26 de marzo, cuando intentó suicidarse con el cordón de un chándal, añadieron las fuentes.

Junto a la prueba del polígrafo, el abogado de Francisco Javier D. M. solicitó al juez dos careos: uno entre los dos hermanos imputados y otro entre su cliente y el menor Javier G. M., de 15 años, identificado como El Cuco, el único de los cinco acusados que le situó, en su primera declaración judicial, en el escenario del crimen de Marta como encargado de limpiar las manchas de sangre.

Posteriormente, sin embargo, el menor se desdijo de esta imputación, mientras que Miguel C. D. ha negado en todo momento que su hermano mayor estuviese en el piso donde se cometió el crimen o que tuviese conocimiento de él.