Sarkozy, el Elíseo y la inteligencia de Zapatero

El Palacio del Elíseo desmintió ayer que Nicolas Sarkozy hubiera puesto en duda la inteligencia de José Luis Rodríguez Zapatero en una reunión a puerta cerrada con parlamentarios franceses. La puntualización oficial vino a colación de la interpretación por medios españoles de unas palabras atribuidas por el diario Libération al jefe del Estado francés en una conversación informal sin presencia de periodistas.

A los postres de un almuerzo en el Elíseo con una veintena de parlamentarios de derecha, centro e izquierda, Sarkozy se vanaglorió el miércoles de que el Gobierno español le había puesto como ejemplo de los recortes publicitarios en las cadenas de televisión públicas. «Se pueden decir muchas cosas sobre Zapatero», le replicó el socialista Henri Emmanuelli.

A continuación viene el párrafo de marras puesto en labios de Sarkozy: «Quizá no sea muy inteligente. Yo conozco personas que eran muy inteligentes y que no estuvieron en la segunda vuelta de las presidenciales».

La segunda frase es una alusión transparente al socialista Lionel Jospin, eliminado en 2002 del duelo final con Jacques Chirac por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen. La primera parte, que también se puede traducir como «puede que no sea» o «no será muy inteligente», parece aludir a la condescendencia con la que algunos socialistas galos se refieren a Zapatero, a imagen del trato que brindan a Ségolène Royal, a la que por algo llaman la Zapatera. De lo que no cabe ninguna duda es de que Sarkozy piensa que la valía real de un político se mide en las urnas. «Lo importante en la democracia es ser reelegido. Miren a Berlusconi, que ya lo ha sido tres veces», dice Libération que dijo en esa comida sin cámaras ni micrófonos.

El presidente francés tendrá la oportunidad de aclarar las cosas en persona con motivo de la visita de Estado que va a realizar a España los días 27 y 28 de abril acompañado por Carla Bruni.